La primera temporada 2016 del Coro de Madrigalistas de Bellas Artes iniciará el viernes 22 de enero a las 18:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. La agrupación del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) repetirá el programa el domingo 24 al mediodía en el Salón de Recepciones del Museo Nacional de Arte (Munal).
Salvador Guízar será el director huésped de estos conciertos, para los que eligió obras de compositores mexicanos de renombre que dedicaron parte de sus esfuerzos a crear música coral.
La primera parte del programa estará integrada por música religiosa, señala el maestro Guízar. Iniciará con un fragmento del himno Ave Maris Stella de Cenobio Paniagua, a€œel cual es interesante darlo a conocer como un perfil de este compositor que no es frecuente encontrar.
a€œDespués interpretaremos tres obras de Felipe Villanueva dedicadas al coro femenino, tituladas como las virtudes llamadas teologales por el catolicismo: Fe, Esperanza y Caridad.
a€œDe allí daremos un brinco a Manuel M. Ponce, uno de los pilares de la música nacional del siglo pasado, y aunque hace cien años que empezó a componer, su música tiene vigencia e importancia y una belleza y expresividad necesarias que se conozcan.
a€œDespués vendrá una pequeña joya de Silvestre Revueltas: una canción de cuna con texto de Federico García Lorca, que, según se dice, la compuso Revueltas al enterarse de la muerte del poeta español, a quien le guardaba un gran cariñoa€, señaló el también cantante.
El programa también incluirá música de Alfonso de Elías y Carlos Jiménez Mabarak, entre otros autores.
Salvador Guízar comentó que él seleccionó las piezas, algunas de las cuales no son muy conocidas, como las de Villanueva y De Elías, mientras que otras están en el imaginario de casi cualquier cantante y músico.
Además de cantar y dirigir, el maestro Guízar se dedica a la investigación histórica enfocada a la música: a€œHe podido hacerlo desde el INBA y la Orquesta Típica de la Ciudad de México, una de las agrupaciones musicales más antiguas del país. Me interesa mucho porque considero que la historia debe ser conocida para tratar de entendernos a nosotros mismos. Somos resultado inobjetable de la historia, así como de la historia de nuestros padres, abuelos, etc.
a€œHay un maestro al que le gusta decir: a€˜yo fui hijo musical de tal compositora€™. Yo podría decir que soy nieto de Miguel Bernal Jiménez, ya que nací en Morelia, y sus alumnos fueron mis maestros en el Conservatorio de las Rosas. Además, al paso del tiempo, irremediablemente uno se vuelve parte de su historia; somos un eco de lo que ellos compusieron. Es un gusto y una obligación no dejarlos morira€.
Indicó que en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim) del INBA puede consultar los estudios que los investigadores hacen permanentemente. Otra fuente de consulta, agregó, es la biblioteca de cualquier agrupación musical, a€œcomo la del Coro de Madrigalistas, que, con 78 años de historia, posee una gran cantidad de archivos.
a€œYo tengo la teoría de que la música es infinita. Habría que consagrar la vida entera para dedicarse a la investigación, y eso en forma somera, para conocer algún estilo, un autor, una épocaa€.
El director huésped del Coro de Madrigalistas invitó al público a que asista a estos conciertos: a€œEs música que vale la pena, el gozo; los asistentes disfrutarán de un par de presentaciones muy emotivasa€.