Los servicios hospitalarios y de educación pública fueron suspendidos en la Sierra de Guerrero por los hechos violentos que se han presentado en varias comunidades.
Habitantes de los municipios de Tlacotepec, Chichihualco y Zumpango, aseguraron que no reiniciaron las clases, porque los maestros no llegaron, además el hospital continúa cerrado y la comunicación con Chilpancingo no se ha restablecido.
Desde el 5 de septiembre se reportaron balaceras en Puentecillas y Carrizal de Bravo y se suspendieron las clases en 50 escuelas de los niveles de preescolar, primaria, secundaria, así como tele bachillerato.
Además, quedó inhabilitado el servicio de camionetas de transporte, lo que ha provocado que la gente que no tenga vehículo propio no pueda subir o bajar a la Sierra.