El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha analizado más de un centenar de restos óseos humanos encontrados en los terrenos de la antigua Hacienda de Santa Lucía durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Estos hallazgos, estudiados por la Sección de Bioarqueología de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), revelan aspectos significativos de la vida en esta región durante la época prehispánica.
Se estudiaron 112 esqueletos procedentes de 104 enterramientos en los sitios denominados “Tlatel 7”, “Xaltocan Polígono 6” y “Sin Cuadrícula 5”. Estos restos pertenecen a periodos cronológicos distintos: Coyotlatelco (600-900 d.C.) y el Posclásico Tardío (1200-1500 d.C.). En “Tlatel 7” se encontraron 19 esqueletos en estado de conservación regular, incluyendo a 12 adultos y varios infantes.
Uno de los hallazgos más sobresalientes es el esqueleto de una mujer de entre 35 y 40 años, que presentaba una fractura en el brazo izquierdo que indicaba una amputación. Esta mujer sobrevivió entre cinco y siete meses después del evento traumático, probablemente usando una prótesis. Los investigadores consideran que pudo haber sido una combatiente, dado que varios entierros femeninos en el sitio presentan signos de traumatismos en el cráneo y la nariz.
En el sitio de Xaltocan, se registraron 58 enterramientos humanos, algunos de ellos colectivos, sumando un total de 66 individuos, la mitad de los cuales eran infantes. Este hallazgo sugiere un alto grado de mortalidad infantil, posiblemente debido a conflictos y malas condiciones alimenticias. Destaca un esqueleto masculino con posibles signos de poliomielitis o dislocación congénita de cadera, que será analizado en el Instituto Nacional de Rehabilitación.
Finalmente, en el sitio “Sin Cuadrícula 5”, se hallaron 27 esqueletos, 19 de los cuales corresponden a mujeres y 11 a hombres. Estos entierros son parte del Proyecto de Salvamento Arqueológico del AIFA, dirigido por Rubén Manzanilla López. El análisis del material arqueológico se llevó a cabo de noviembre de 2021 a marzo de 2024 y se entregaron dos informes al Consejo de Arqueología del INAH. Los restos se encuentran resguardados en la antigua Alhóndiga en el Centro Histórico de la Ciudad de México.