La creciente presencia de mensajes breves y cortantes en WhatsApp ha impulsado el uso del término dry texting, una expresión que describe respuestas escuetas que interrumpen el flujo natural de una conversación. Aunque su uso se ha normalizado en la comunicación cotidiana, especialistas advierten que este tipo de interacción puede provocar incomodidad y percepciones negativas en quien las recibe.
De acuerdo con el Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife, los mensajes secos generan emociones como indiferencia, rechazo y ansiedad. La institución señala que este patrón de conducta puede interpretarse como una forma de comunicación pasivo-agresiva, afectando la percepción interpersonal y, en algunos casos, la autoestima. Incluso sin intención de lastimar, las respuestas de una sola palabra o sin contexto pueden transmitir desinterés.
Los psicólogos destacan que las plataformas digitales amplifican las interpretaciones emocionales, pues eliminan elementos fundamentales de la comunicación presencial como el tono de voz, la postura o la expresión facial. En este entorno, un mensaje breve puede ser percibido como desapego, lo que genera malestar en las relaciones familiares, de amistad o de pareja. Además, el fenómeno se ha vuelto más común conforme aumenta el uso de chats como medio principal de interacción.
Frente a esta realidad, especialistas recomiendan fortalecer la calidad de los mensajes, añadir contexto y sostener conversaciones más empáticas. Una comunicación clara reduce la interpretación errónea y facilita relaciones más estables, tanto en el ámbito digital como fuera de él. Explicar motivos de brevedad o expresar emociones con mayor apertura puede evitar confusiones y tensiones innecesarias.
En respuesta a estas problemáticas, WhatsApp trabaja en nuevas funciones destinadas a mejorar la expresión escrita. Una de ellas es el llamado Procesamiento Privado, una herramienta basada en inteligencia artificial que ayuda a los usuarios a redactar mensajes con mayor claridad y naturalidad sin revelar el uso de asistencia tecnológica, con el objetivo de facilitar interacciones más fluidas y respetuosas.