Toluca se proclamó bicampeón del fútbol mexicano luego de una final dramática frente a Tigres, en la que los Diablos Rojos remontaron un 2-0 global, empataron la serie y sellaron el triunfo 9-8 en una de las tandas de penales más largas y emocionantes de la Liga MX. Tras caer 2-1 en el Estadio Nemesio Diez y mantener el 2-2 global gracias a su victoria previa en El Volcán, el conjunto escarlata demostró temple, determinación y carácter para conquistar su título de liga número 12.
El encuentro comenzó cuesta arriba para Toluca, ya que Fernando Gorriarán adelantó a Tigres al minuto 14, ampliando la ventaja global a 2-0 y obligando a los locales a una remontada épica. Sin embargo, antes del descanso, Helinho reavivó las esperanzas con un potente zurdazo que sacudió el poste y terminó en la red. En el complemento, Paulinho igualó la serie con una definición precisa al minuto 52, desatando la euforia en un estadio que nunca dejó de empujar a los suyos. A partir de ese momento, Toluca tomó confianza, dominó la posesión y encontró espacios ante un rival que buscaba resistir.
La tensión aumentó con el paso de los minutos. Tigres reaccionó con mayor presión y llegadas más profundas, pero se topó con un Toluca sólido, concentrado y empujado por una afición que celebraba cada recuperación como si fuera un gol. La entrada de Alexis Vega en la segunda mitad del complemento marcó su regreso tras lesión, aunque una mala noticia llegó al final cuando Paulinho debió abandonar el campo por molestias, dejando a su equipo sin su referente ofensivo para los tiempos extra.
En la prórroga, Tigres mostró mayor dominio, pero Toluca resistió con orden y corazón. Los últimos minutos fueron un intercambio de intentos y desgaste físico que mantuvo a la afición al borde del asiento. Sin que el marcador se moviera, la final se definió desde los once pasos. La tanda fue vibrante: ambos equipos alternaron fallas y aciertos, incluyendo la participación de los arqueros. Finalmente, tras 24 cobros, Ángel Correa falló su disparo y Alexis Vega asumió la responsabilidad final, anotando el penal que le dio a Toluca el campeonato y la gloria.
Toluca cerró así un torneo histórico, consolidando su grandeza con un título forjado en casa, mientras Tigres, digno finalista, quedó a un paso de la hazaña. Con esta victoria, los Diablos Rojos vuelven a pintar de rojo el trono del fútbol mexicano y confirman su condición de uno de los equipos más exitosos de la Liga MX.