La arqueóloga subacuática Carmen Rojas Sandoval presentó la conferencia Tratamientos funerarios en cuevas y cenotes de Tulum, donde expuso nuevas evidencias sobre el uso mortuorio de estos espacios en la península de Yucatán. La especialista del INAH destacó que, dentro de la cosmovisión maya, las cuevas y los cenotes se vinculaban con el tránsito al inframundo y al camino hacia el Xibalbá.
Durante su participación en el Seminario Antropología y Ciencias Aplicadas de la UNAM, explicó que hallazgos como los de la Mujer de Naharon, la Señora de Las Palmas, Muknal y los contextos Chan Hol demuestran una continuidad ritual que se extiende desde la prehistoria hasta el periodo Clásico. Estas prácticas muestran la selección cuidadosa de espacios subterráneos con estalagmitas y estalactitas para depositar restos humanos.
Entre los descubrimientos más relevantes se encuentra el caso de la Señora de Las Palmas, una mujer que vivió hace 12,000 años cerca de Tulum. Sus restos fueron colocados en una cueva elegida por sus características geológicas y posiblemente envueltos en pieles, lo que refleja un tratamiento funerario cargado de simbolismo entre los primeros pobladores de la región.
Asimismo, el conocido Abuelito de Muknal evidencia un traslado deliberado de restos hacia cámaras profundas con presencia de carbón, lo que sugiere prácticas rituales estructuradas que anteceden a la tradición funeraria maya. La arqueóloga subrayó que aún falta determinar en qué momento estas costumbres se integraron plenamente a la cosmovisión mesoamericana.
El Proyecto Arqueología del Holoceno de Quintana Roo continúa investigando estos contextos y su papel en la historia cultural de la península. Expresiones en maya yucateco como “entró al agua” o “inició su camino” demuestran que los significados simbólicos asociados a la muerte siguen vigentes en la vida comunitaria.