#ReformaPolíticaYa para el DF - NTCD Noticias
Sábado 18 de mayo de 2024

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#ReformaPolíticaYa para el DF

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_ Una reforma política para el Distrito Federal, A¿PaA´que? Si así como esta, funciona reA´bien. Pareciera que este es el pensar de nuestras autoridades de la Ciudad; como en cada inicio de administración de gobierno y cada período de la Asamblea, surge el tema en comento, compromisos de campaña, Consejos Consultivos e iniciativas, hemos visto mucho pasar en nuestra Ciudad; sin embargo, a pesar de que la reforma ha sido un proceso que lleva casi dos décadas gestándose, por distintas circunstancias y razones, se podría decir, que se ha ido cumpliendo en partes, sin lograr una reforma integral.

Si bien, es cierto reconocer que se han presentado transformaciones significativas en materia de representación política y de participación ciudadana. Las expresiones políticas, sociales e ideológicas que albergan en la ciudad, son muy amplias y diversas, por lo que en la gestión pública de la Ciudad de México, hoy en día, debido a los cambios en su vida política, en su estructura jurídico-administrativa y en especial a las circunstancias en las que vivimos en el Distrito Federal (DF), se ha planteado la necesidad de requerir una urgente y profunda renovación.

En ese sentido, en la Ciudad de México, existe la dificultad de gobernar una entidad que no se encuentra en igualdad, ni en equidad de facultades que los demás estados de la República. Está situación afecta indudablemente a los habitantes del DF.

Desde luego, el reto es lograr una mayor democratización, a través de una mayor participación ciudadana, que sea reconocida plenamente como entidad federativa con autonomía en su régimen interior, donde expida su propia Constitución, donde se desarrollen los derechos fundamentales de sus habitantes en base a su organización y funcionamiento de sus poderes, sin depender de otras instancias, además de poseer soberanía para la toma de decisiones, finanzas, contar con un congreso local, con base en ello, que el legislativo local, logre tener funciones plenas para legislar en su régimen interno, teniendo la facultad de aprobar la deuda pública de la entidad y emitir su propia ley de deuda pública en las que se establezcan las bases, indicadores y límites de endeudamiento. Así como también, mecanismos en materia de seguridad pública para el DF, a su vez de contar con la ratificación y destitución del Jefe de Gobierno, mecanismos que vayan en coordinación y relación con las demás entidades.

Para identificar la situación, revisemos como ha sido la evolución del DF en materia política. La ciudad de México, es la única entidad federativa, cuya administración está depositada en dos niveles de gobierno, uno federal y otro local. Esta cohabitación, ha representado diversas complicaciones que hasta antes de 1997, se resolvían políticamente con cierta facilidad, al existir un jefe del Departamento del DF, que formaba parte de la administración federal.

Precisamente, en 1992, la Ciudad de México, enfrentaba en una serie de problemas que se estaban agudizando, amenazando así, la capacidad de respuesta del gobierno capitalino, por ello, se requería generar sustentos democráticos, para favorecer los consensos y la gobernabilidad. Con la reforma de 1993, reafirmó el control gubernativo de la federación sobre el DF, a su vez, dio nacimiento a los consejos ciudadanos, en cada una de las 16 delegaciones, para opinar en los programas de la administración pública local. Al mismo tiempo, se ampliaron ciertas facultades de la Asamblea de Representantes. Sin embargo, el Presidente seguía designando al Jefe de Gobierno del DF, y conservaba las atribuciones relativas al endeudamiento y a la seguridad pública.

Con la reforma de 1994, se adicionó una fracción (VII) al artículo 122, relativo al consejo de la judicatura, lo cual no resulta ser una reforma relevante, ya que también sucedió en todas las entidades federativas. Para el año 1996, se vuelve a cambiar la organización constitucional del DF, en la cual la Asamblea de Representantes, pasa a ser la Asamblea Legislativa y a partir de entonces, al Ejecutivo se le denomina Jefe de Gobierno, que pasa a ser elegido y no designado. Con esta reforma, se sometió la expedición de la ley fundamental del DF, denominada a€œEstatuto de Gobiernoa€.

En 1997, se llevó a cabo una redistritación del DF, en la que se definieron treinta distritos federales y cuarenta locales. De la misma forma para, el 2000 se eligieron directamente los delegados como lo preveía la reforma, aunque no dejaron ese carácter, ya que continuaron dependiendo de la administración pública del DF, con funciones acotadas y supeditadas. Fue hasta el 2007 cuando se logró la modificación al artículo 41 constitucional, que regula la materia electoral, incluyendo desde luego, lo relativo a la a€œReforma Política del DFa€.

Hasta ahora, sin duda han surgido propuestas de rediseño de la estructura central del gobierno del DF y sus 16 delegaciones. Queda claro que la reforma política del DF, es indispensable para regular los cambios políticos que vive la Ciudad, entendiendo la reforma política, como un proceso de transición de la estructura político-administrativa centralizada y de escasa participación ciudadana, a ser un sistema de gobierno descentralizado, con facultades y derechos políticos plenos. Requiere de un nuevo diseño constitucional y organizativo interno. Es fundamental, el poder contar con un marco normativo, que permita a los gobiernos, contar con mejores herramientas para solucionar los problemas que se tienen, poder planear y visualizar los que se presentarán a mediano y largo plazo. Por otra parte, creo que si es posible y relevante, el poder separar la capitalidad y el centralismo de la ciudad, mediante la configuración de mecanismos de armonización de las políticas públicas.

Por tanto, resulta primordial la reingeniería y establecimiento de mecanismos de coordinación necesarios, la definición precisa de las facultades y atribuciones de las dependencias que integran al sector central y las que corresponden expresamente en las delegaciones. Con ello, la reforma política del DF, debe darse en un marco de principios legales claros, señalando sus derechos y obligaciones de las autoridades. Definiendo un esquema fiscal, adecuado de acorde con los nuevos mecanismos. La integración de formas de inclusión de la ciudadanía, con capacidad de toma de decisiones públicas, mediante mecanismos de control social, que sirvan de observatorios y verificación de la actuación de los servidores públicos, partidos y autoridades; siendo estas acciones, indispensables contemplarlas en la reforma.

De la misma forma, es necesario crear un régimen local de responsabilidad de los servidores públicos, desarrollando un sistema local de rendición de cuentas, así como, el reconocimiento del derecho a participar en los procesos de reformas a la Constitución Federal, tanto en la facultad de iniciar las reformas, como en el proceso de sanción legislativa; de estas a la par de las otras entidades federativas.

También, lograr que el Distrito Federal, adquiera la categoría de estado; tomando en cuenta, que un cambio en las organizaciones político-administrativas, tomando en cuenta definición y resoluciones, en aspectos básicos de las formas de operación que se presentarán, considerar las decisiones zonales, visto desde un punto de vista jurídico, administrativo y de infraestructura.

En fin, las propuestas están presentes, esperemos que se logren los consensos y que nuestras autoridades brinden las condiciones necesarias; con el propósito de que los ciudadanos sean beneficiados, ante la exigencia de una Reforma Política ya para el DF.

a€œEn la Ciudad de México, existe la dificultad de gobernar una entidad, que no se encuentra en igualdad, ni en equidad de facultades que los demás estados de la Repúblicaa€.

a€œLa reforma política del DF, debe darse en un marco de principios legales claros, señalando sus derechos y obligaciones de las autoridadesa€.


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