_ Dolores Dahlhaus capturó fotografías del mundo celestial que se hallan en templos como los de Tepotzotlán, Ocotlán, La Valenciana, La Enseñanza y Santa Prisca
La muestra es una de las actividades enmarcadas en el II Congreso La Iglesia católica ayer y hoy, que se lleva a cabo del 20 al 24 de este mes
En su tarea de reproducir obras de arte, la fotógrafa Dolores Dahlhaus ha tenido, como pocos, la oportunidad de registrar detalles únicos de ese barroquismo expresado en los retablos mexicanos, algunos a más de 20 metros de distancia del espectador: ángeles y arcángeles, querubines y serafines, que vuelan entre cándidos y desdeñosos, sobre la mirada del mortal.
Estos seres descienden ahora en la exposición El cielo en la tierra, que hasta el 24 de octubre podrá visitarse en la sede de la Dirección de Estudios Históricos (DEH).
La muestra forma parte de las actividades del II Congreso La Iglesia católica ayer y hoy, que del 20 al 24 de este mes contará con la presencia de diversos especialistas para abordar el pasado y el presente de la evangelización; la legislación, organización y arte eclesiásticas, y las fiestas religiosas. Un encuentro organizado por el INAH, a través del Seminario de Historia de las Mentalidades.
La maestra Dolores Dahlhaus recuerda que su interés siempre ha sido acercar lo más posible estas exquisitas obras a la mirada de propios y extraños.
Así ocurrió con El cielo en la tierra, cuyas fotografías viajaron desde mediados y hasta finales de los años 90, a Biarritz, Francia; varias ciudades alemanas; Szeged, Hungría, y Madrid, España.
a€œCausó mucho asombro, solían preguntarme qué en dónde estaba eso en México. Eso sucede mucho con el turismo, incluso con el mismo turismo académico. Vienen a México, ven toda la parte prehispánica, o van a la Catedral Metropolitana o a Santa Prisca, pero su recorrido es fugaz, no leen un retabloa€.
a€œEl objetivo, a través de mi trabajo y mi especialidad, ha sido traer a la altura del ojo del espectador lo que muchas veces está enclavado a 20 o 25 metros de altura. Detalles que la gente no puede apreciar o que no se detiene a verlosa€. Alegorías del paraíso católico, apostólico y romano, que se encuentran en iglesias de todo México, producto de la evangelización.
En un formato menor, 26 imágenes que itineraron por Europa están ahora en la Dirección de Estudios Históricos del INAH. Se trata de representaciones del mundo celestial, policromadas y estofadas, que se encuentran en los templos como los de San Francisco Javier, en Tepotzotlán, Estado de México; la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, Tlaxcala, o La Enseñanza, en la Ciudad de México.
Además de tallas que se levantan sobre retablos, se pueden apreciar pinturas y otros acervos que forman parte de los bienes de iglesias como La Valenciana y la de Salamanca, en Guanajuato, o Santa Prisca, en Taxco de Alarcón, Guerrero.
Dolores Dahlhaus, formada como historiadora del arte y cuando la fotografía a€”a decir de ellaa€” se concebía como un arte, ha dedicado gran parte de su trayectoria a reproducir todos estos elementos, lo mismo retablos que obras de caballete, platería o escultura, que también forman parte de colecciones de museos como el Nacional del Virreinato, el Franz Mayer o el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Por esta labor recibió en 1996 el primer lugar del Premio Nacional de Fotografía del Patrimonio Mexicano declarado como de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El cielo en la tierra, hasta el 24 de octubre en la Dirección de Estudios Históricos del INAH: Allende 172, centro de la delegación Tlalpan, de 10 a 18 horas. Entrada libre.