Combinando fotografía y piezas textiles, la artista Giovanna Itzel Ramírez Zenteno recupera la figura de la diosa Tlazoltéotl - NTCD Noticias
Jueves 28 de marzo de 2024

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Combinando fotografía y piezas textiles, la artista Giovanna Itzel Ramírez Zenteno recupera la figura de la diosa Tlazoltéotl

Combinando fotografía y piezas textiles, la artista Giovanna Itzel Ramírez Zenteno recupera la figura de la diosa Tlazoltéotl

Combinando fotografía y piezas textiles, la artista Giovanna Itzel Ramírez Zenteno recupera la figura de la diosa Tlazoltéotl

_ Como una forma de retratar el sincretismo religioso entre los pueblos originarios y las costumbres españolas que arribaron a México tras la Conquista, la artista plástica Giovanna Itzel Ramírez Zenteno confeccionó la serie textil "Santas Tlazoltéotl, tejedoras de la tierra y el cielo".

Beneficiado por el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (Pecda) 2021, este proyecto busca transmutar la figura de Tlazolteotl, deidad mexica de la vida y muerte y “Comedora de inmundicias” a santas, a través de seis cianotipias hechas a gran escala, plasmadas en petate.

En entrevista, la creadora comenta que la idea para crear esta serie de textiles surgió luego de una investigación que partió desde sus raíces, ya que su familia materna es originaria de la mixteca poblana, con un fuerte arraigo a las tradiciones ancestrales y, al mismo tiempo, con una devoción profunda a las vírgenes católicas.

“Se me hacía normal que toda la familia es devota a la virgen de la Candelaria, pero yo no entendía por qué si era una familia católica, también existían estas cosas de la limpia con hierbas, creer en el mal aire, utilizar las plantas y este sincretismo que existía entre bendecir la tierra y los procesos de cosecha”, comenta.

Sobre el material donde trabaja, el petate, es un objeto-símbolo de la mixteca poblana que transita entre la vida y la muerte, lo que comparte con Tlazolteotl. “En él se nacía, se dormía y se moría antes de que se inventara la cama, es decir, es un objeto que acompañaba el inicio y el final del ciclo de la existencia”.

Ramírez Zenteno inició sus estudios de Artes Plásticas en la Universidad Veracruzana (UV), en donde gracias a disciplinas como la escultura, el grabado, dibujo, pintura, y posteriormente el textil, es que pudo iniciar con la creación de estos petates y tejidos de palma, originarios de la mixteca poblana.

“Yo siempre hice textil, pero no como algo formal, solo era algo que hacía para entretenerme y porque mi abuela desde que yo era niña me enseñó a bordar y creo que elaborar textil me vino por la nostalgia”, recuerda.

Para plasmar la imagen de la diosa, la artista utilizó la técnica de la cianotipia que se utilizaba antiguamente en la impresión fotográfica, la cual combina sales minerales, agua y luz solar para así fijar las obras, lo que permite que las mismas puedan durar hasta 200 años.

Para elegir la técnica de la cianotipia, dice, la cual tiene sus orígenes en 1842, también le otorgó un simbolismo ya que para ella representa la alquimia de los elementos que le dan forma, algo que cataloga como mágico.

“Sales minerales, el agua y la luz solar fueron cómplices para la creación de esta serie de imágenes dedicadas a esta Diosa madre y a las mujeres tejedoras de palma”, dice.

De acuerdo con la creadora, cada una de las seis piezas que integran la colección "Santas Tlazoltéotl, tejedoras de la tierra y el cielo" tiene una altura de entre 1.20 y 1.90 metros, por lo que son piezas que requirieron de una colaboración familiar.

“Estos petates se hicieron desde el principio, fui a cortar la palma con varios miembros de mi familia y luego también me ayudaron a tejerlos. Ya yo hice el cortado y el lavado de los lienzos de algodón; cabe destacar que estas piezas también tienen aplicación de hojas de oro en los lienzos”, explica.

La colección de petates “Santas Tlazoltéotl, tejedoras de la tierra y el cielo” se ha expuesto en la Casa de la Cultura en el Centro Histórico de Puebla; en el Centro Nacional de las Artes y en el mes de agosto, en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en Ciudad de México.

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