_ Convocados por el Sistema Nacional de Fomento Musical, más de 140 maestros compartieron y reflexionaron sobre los retos y desafíos de enseñar música durante este periodo
Cómo hacer que la práctica musical no se detenga durante este periodo de contingencia, fue el punto principal de deliberación durante el Encuentro virtual de maestros de agrupaciones musicales comunitarias organizado por el Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), organismo de la Secretaría de Cultura, en el que también compartieron métodos y estrategias de enseñanza para que ninguno de los más de seis mil integrantes de las orquestas, bandas, ensambles y coros comunitarios deje de tocar o cantar.
En esta videoconferencia, organizada en el marco de la campaña “Contigo en la distancia”, participaron más de 140 maestros y maestras de instrumento y de movimiento (lenguaje corporal); trabajadores sociales y directores de las agrupaciones comunitarias inscritas en el Programa Cultura Comunitaria de 20 entidades del país: Baja California, Campeche, Ciudad de México, Chiapas, Chihuahua, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas, San Luis Potosí, Sinaloa, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
Eduardo García Barrios, titular del SNFM, abrió esta sesión y transmitió el mensaje de ímpetu y fortaleza para continuar con el trabajo previsto y no dejar a nadie atrás en su proceso de desarrollo.
“Sin duda los planes y proyectos de trabajo para este 2020 se están replanteando, pero no debemos olvidar que la práctica musical debe ser el impulso hacia el desarrollo integral de estos niños, niñas y adolescentes; ¿qué hacer y cómo hacerlo? es nuestra tarea hoy, hagamos uso no solo de la creatividad como artistas y maestros, también de los eslabones comunitarios que hemos ido tejiendo”, afirmó.
El acceso a internet y el uso de dispositivos móviles como computadores portátiles, tabletas o teléfonos celulares han sido obstáculos que algunos maestros como Rafael Ubaldo han tenido que resolver yendo de casa en casa a entregar tareas o actividades para sus alumnos de la Orquesta Sinfónica de Nurío, ubicada en el municipio de Paracho, Michoacán, pues de 150 niños solo 25 tienen acceso a un teléfono móvil.
La conectividad y accesibilidad tecnológica inestable o nula no solo aqueja a los docentes de las comunidades de Michoacán; también a los de Zozocolco, Veracruz, y Tziscao, Chiapas, entre otros, quienes han tenido que buscar la forma de que todos los integrantes de sus agrupaciones puedan continuar con su aprendizaje musical.
Sin embargo, la situación emocional que ha generado el confinamiento por la presencia del coronavirus COVID-19 es el principal desafío que enfrentan los docentes comunitarios. Mantener el entusiasmo y no saturar con tareas a su alumnado y a sus padres, es otro de los retos, coincidieron los participantes de este conversatorio, en el que también intercambiaron estrategias de trabajo y formas de revisar el avance de sus alumnos.
En este sentido, Javier Santamaría, director de una de las tres agrupaciones que integran el Sistema Sonemos de Morelos, dijo que para atender e incentivar el desarrollo de los infantes y jóvenes ha dividido sus sesiones en varias clases, algunas de las cuales son dirigidas por los instrumentistas más avanzados.
“Todas nuestras agrupaciones son multinivel y algunos alumnos van más avanzados que otros; eso, en primera instancia, podría entorpecer las prácticas docentes porque en una clase virtual no se puede atender a uno por uno o revisar de manera cercana, sin embargo, al designar a tutores de clase se les siembra mayor compromiso y el resto no siente abandono por parte del maestro. Hemos tenido que desarrollar habilidades tecnológicas y pedagógicas”.
Coincidieron que el apoyo de los padres de familia, sobre todo de quienes tienen hijos muy pequeños, ha sido invaluable para la realización de tutoriales y videos transmitidos a través de canales como
YouTube; así como en la grabación de los audiovisuales para mostrar cómo dar mantenimiento básico a sus instrumentos.
El entusiasmo de la mayoría de los padres, a decir de los maestros, no decayó, incluso algunos hasta ya aprendieron a solfear y a afinar instrumentos. Ejemplos de ello son evidentes en las campañas en redes sociales de #QuedateEnCasa, donde han enviado mensajes de agradecimiento a médicos, enfermeras y trabajadores del sector salud; videos de felicitación por el Día de las madres; grabación de obras vía Split screen (pantalla partida); y la preparación de audiciones para participar en la Orquesta Virtual Iberoamericana, que cabe señalar seleccionó a 23 miembros de las agrupaciones comunitarias.
“Hacer comunidad en estos tiempos ha sido complicado, pero no imposible, pues se ha corroborado que la música como fuente de acompañamiento es imprescindible para el ser humano. Los coros comunitarios hemos armado grupos de WhatsApp donde intercambios métodos, clases o repertorios, estamos en constante conexión”, señaló Tania Nicté Espíndola, directora del Coro Comunitario Faro de Oriente.
Dentro de los pendientes a realizar destaca configurar repertorios por instrumento ya que no todos cuentan con un acervo amplio, asimismo, acordaron crear redes de comunicación vía plataformas virtuales por especialidad para intercambiar métodos de trabajo.
Finalmente, los maestros señalaron que esta contingencia los ha impulsado a aprender y explorar los recursos digitales a su alcance, como nueva forma de enseñanza a distancia; de hecho, comentaron, algunos de ellos serán de gran utilidad para enriquecer el proceso de aprendizaje en las agrupaciones una vez que se regrese a las aulas.
Este Encuentro virtual es el primero de varios que el Sistema Nacional de Fomento Musical planea realizar con el objetivo de continuar con el impulso de la práctica musical de cumplir con el objetivo de la Secretaría de Cultura de no dejar a nadie atrás, ni en momentos extraordinarios como los que actualmente se viven.