_ En Estados Unidos, los migrantes irregulares, especialmente los hispanos, enfrentan dificultades para acceder a viviendas debido a su condición migratoria. Según Ana Melisa Pardo Montaño, investigadora del Departamento de Geografía Económica del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, estos migrantes suelen hospedarse con familiares o amigos de manera provisional al llegar al país, pero encuentran obstáculos para rentar debido a la falta de documentos y a la reticencia de propietarios.
La experta señaló que los bancos consideran a los migrantes irregulares como un alto riesgo, lo que dificulta la posibilidad de adquirir créditos hipotecarios. Cuando logran obtener un préstamo, enfrentan mayores intereses y pagos iniciales más elevados que otros grupos poblacionales. A pesar de estas desigualdades, muchos de ellos pagan impuestos y se registran ante las autoridades fiscales en el país.
Ana Melisa Pardo Montaño destacó la incongruencia en el trato a los migrantes irregulares, quienes, aunque enfrentan dificultades para acceder a derechos básicos como salud y educación, son económicamente beneficiosos para el país de destino. La adquisición de vivienda implica para ellos una planificación a largo plazo y cambios significativos en la dinámica familiar y económica.
La investigadora también resaltó cómo la migración afecta las dinámicas culturales tanto en el país de origen como en el de destino. Ejemplificó con un estudio realizado en Morelos, México, y Minnesota, EUA, donde se observaron cambios en el entorno y el estilo de vida de los migrantes.
El acceso a vivienda para migrantes irregulares en EUA es una cuestión compleja que involucra desafíos económicos, culturales y sociales. A pesar de contribuir económicamente al país de destino, muchos de ellos enfrentan obstáculos significativos. El estudio de Ana Melisa Pardo Montaño destaca la necesidad de una revisión más profunda de las políticas migratorias y su impacto en la sociedad.
