Más de 2 mil pobladores de Magdalena Petlacalco, San Miguel Ajusco, San Miguel Xicalco, y Santo Tomás de Ajusco representan la Pasión de Cristo
En los pueblo de Santo Tomás Ajusco y San Miguel Topilejo se queman hasta 150 toritos
Como parte de la conservación de los usos y costumbres de los pueblos originarios de la Delegación Tlalpan, durante la Semana Santa se llevarán a cabo una serie de actividades representativas de esta temporada con la particularidad de cada uno de los pueblos.
Una de las acciones que exaltan estas tradiciones, son las que realizan en el pueblo de Magdalena Petlacalco, donde inician las celebraciones desde el primer viernes de cuaresma, momento en el que los habitantes recorren el pueblo con a€œel Señor de la Columnaa€, un Cristo de madera de tamaño natural rescatado de una iglesia durante la guerra de los cristeros.
Con más de 200 años de antigüedad, según personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la figura es alzada en hombros por más de 300 pobladores para recorrer las calles mientras cantan y rezan en honor al a€œSeñor de la Columnaa€.
En Semana Santa, las celebraciones se llevan a cabo desde el Domingo de Ramos con una procesión por las calles del pueblo agitando sus palmas. El Jueves Santo, los habitantes de Petlacalco realizan una representación del episodio bíblico del lavado de pies.
Para el Viernes Santo, cerca de 2 mil personas realizan una procesión con la escenificación de la Pasión de Cristo, partiendo a las 9:00 horas en avenida México Ajusco, pueblo de San Miguel Xicalco, para recorrer los pueblos de Magdalena Petlacalco, San Miguel Ajusco y terminar en la parroquia de Santo Tomás de Ajusco.
Por la noche, se realiza la a€œProcesión del Silencioa€, recorriendo las calles del pueblo en silencio y tocando únicamente un tambor al tiempo que llevan en hombros la figura de Cristo cubierto con una sábana blanca.
Al día siguiente, una gran parte de los pobladores sigue manteniendo la costumbre de podar y sacudir los árboles cuando tocan las campanas de la iglesia, para que el próximo año se den más y mejores frutos. Según las tradiciones del pueblo, a las diez de la mañana, con el repique de las campanas, en las casas de los vecinos se escucha el llanto de los niños, debido a que sus padres les jalan las orejas como señal para la buena conducta, tradición que se conserva hasta la actualidad.
Al final del día, los Pueblos de Magdalena Petlacalco, San Miguel Xicalco, San Miguel Ajusco, se congregan en la parroquia de Santo Tomás de Ajusco a la misa de las 22:00 horas, donde encienden el cirio pascual, para regresar a sus pueblos en procesión con el cirio encendido, al tiempo que cantan alabanza.
Asimismo, en los pueblo de Santo Tomás Ajusco y San Miguel Topilejo, también se lleva a cabo una peculiar tradición, en donde hombres vestidos de mujer conocidos como los a€œHuehuenchonesa€, desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Resurrección, realizan un festival donde bailan en comparsas para recolectar dinero y poder elaborar los a€Judasa€ y a€œtoritosa€ para su tradicional quema el día final de la Semana Santa.
Durante este periodo, además se realizan las representaciones de episodios bíblicos como la última cena, el lavatorio de pies y la Pasión de Cristo en las iglesias de los pueblos
Durante el último domingo de estas fechas, grupos de chinelos recorren las calles de los pueblos desde las 7 de la mañana, para visitar las casas de los mayordomos quienes ofrecen comida a los visitantes.
Para el Domingo de Resurrección, en los kioscos de los pueblos se concentran diversos grupos de huehuenchones quienes compiten con bailes para premiar al mejor durante todo el carnaval. Posteriormente, a partir de las 17 horas, pobladores, huhuenchones y chinelos inician la quema de los Judas y hasta 150 toritos, fiesta que se prolonga hasta el final del día.