Con grúas de largo alcance, canastillas de carga y trabajadores asegurados a una línea de vida, se llevaron a cabo las tareas para recuperar pertenencias de las familias que habitaban el edificio de Coquimbo 911, colapsado durante el terremoto del 19 de septiembre en la colonia Lindavista.

Los residentes de ese inmueble recibieron documentos personales, pagarés cobrables, facturas y escrituras de sus propiedades, que se les entregaron en contenedores plásticos, transportados en una canastilla que fue elevada a lo largo de la fachada del inmueble colapsado, a una altura de 25 metros, y resguardados por un trabajador, sujeto a una línea de vida.

Además se colocaron tapiales de seguridad en las escaleras interiores de cada piso, en los edificios 909 y 911-Bis, para tranquilidad de los vecinos.

Con la finalidad de dar la mayor certeza a los residentes, además del monitoreo a través de un dron, uno de los empleados que tuvo acceso a los departamentos, iba equipado con una cámara en miniatura, que permitió optimizar la búsqueda, a través de personal que lo guió desde el exterior, para ubicar los enseres con prontitud.

Se establecieron protocolos en la zona de demolición, de acuerdo con el riesgo que representen para quienes laboran. Se identificará cada zona con los colores verde, amarillo y rojo, según su nivel de seguridad. Así, el acceso estará restringido, con base en la especialidad de los trabajadores.

Fue necesario retirar cristales de grueso calibre, abrir boquetes y derribar puertas, a fin de acelerar la entrega de pertenencias. Durante este día y el de mañana, se seguirán entregando enseres, y la demolición arrancará el próximo sábado.