La flor de cempasúchil o cempohualxochitl es un elemento central de la celebración del Día de Muertos en México, que tiene lugar el 1 y 2 de noviembre. En la cosmovisión indígena, el Día de Muertos implica el regreso temporal de las almas de los difuntos al mundo de los vivos para convivir y nutrirse de las ofrendas en los altares preparados en su honor. El color del cempasúchil, asociado al sol, ilumina el camino de estas almas hacia sus familias y altares.
El cempasúchil, planta del género Tagetes y originaria de México, tiene distintas variedades. Las más comunes son Tagetes patula, de hábito rastrero y flores en tonos anaranjados, amarillos y rojos, y Tagetes erecta, con flores grandes y de tonos anaranjados, amarillos y crema, conocidas como cempasúchil de bola o pompón. En el mundo, esta flor se conoce como marigold y se ha popularizado como planta decorativa, especialmente en países como Estados Unidos, Francia, Dinamarca y Tailandia, donde se han desarrollado nuevas variedades a través de cruzas para obtener distintos colores y características.
En México, el trabajo de mejoramiento genético en el cempasúchil es limitado, y muchos productores recurren a semillas importadas para la producción comercial. Aún así, las variedades tradicionales siguen siendo las favoritas en muchas comunidades para las festividades. Cada año, alrededor de 2,000 productores mexicanos cultivan esta flor para la temporada de muertos, con una producción estimada de 1.6 millones de manojos de flor de corte y 15 millones de plantas en maceta. Esta industria genera una derrama económica de aproximadamente 300 millones de pesos, beneficiando a productores, transportistas y vendedores en toda la cadena de valor.
Apoyemos a los productores mexicanos en esta temporada, decorando nuestros altares, hogares y espacios públicos con la emblemática flor de cempasúchil, una tradición que honra a los muertos y embellece nuestras celebraciones.