La eficiencia en el uso del agua se ha convertido en uno de los principales retos para la agricultura moderna. En un mundo donde la disponibilidad de recursos hídricos es cada vez más limitada y la demanda de alimentos sigue en aumento, la innovación en los sistemas de riego representa una respuesta clave.
Gracias a los avances tecnológicos, hoy es posible cultivar más con menos agua, optimizar los recursos y mejorar la rentabilidad de los cultivos, especialmente en sectores de alta precisión como los invernaderos o el cultivo de frutas y hortalizas.