El pasado miércoles, se lanzó el programa "Hambre Cero" en Cartagena, una iniciativa que busca combatir la inseguridad alimentaria en la ciudad y sus alrededores. En una primera fase, que durará seis meses, se entregarán 600,000 raciones de comida a la población más vulnerable. A través de 20 puntos estratégicos, se servirán 250 platos diarios de comida caliente, asegurando que las necesidades alimentarias básicas de miles de personas sean cubiertas.
Además de Cartagena, el programa Hambre Cero recorrerá los 12 municipios más críticos del departamento de Bolívar, distribuyendo alimentos de forma semanal. Esta acción se enmarca dentro del compromiso del Gobierno del Cambio de garantizar progresivamente el derecho a la alimentación en Colombia, especialmente en las zonas más afectadas por la pobreza y la desigualdad. Este esfuerzo representa un paso significativo hacia la erradicación del hambre en el país.
La situación en Cartagena es alarmante: casi la mitad de los beneficiarios del programa no tiene acceso a electricidad, el 61% vive sin agua potable y el 81% carece de servicios de alcantarillado. La mayoría de las familias afectadas están encabezadas por mujeres, quienes luchan diariamente para proveer alimentos y un entorno seguro a sus hijos. Hambre Cero pretende aliviar esta carga proporcionando no solo alimentos, sino también dignidad y esperanza a estas comunidades.
"Hambre Cero, Alimentación con Igualdad" es un programa de impacto nacional que se implementará de manera progresiva en diversas regiones del país. Áreas como La Guajira, Chocó, Vichada, Nariño, Cauca, los Montes de María, Catatumbo, Amazonas, la Región del Ariari, el Nudo de Paramillo, y ciudades capitales como Medellín, Bogotá, Cali, Buenaventura, Cúcuta, Popayán y Quibdó también serán beneficiadas. Esta expansión muestra el compromiso del gobierno con la equidad y la lucha contra el hambre en todos los rincones de Colombia.
El programa no solo se centra en la distribución de alimentos. También incluye el fortalecimiento organizativo de las comunidades, la dotación de equipos como neveras, estufas y menaje, y el apoyo a procesos comunitarios en los territorios. Además, involucra a pequeños productores locales, integrándolos en la economía popular y fomentando un desarrollo inclusivo y sostenible. De esta manera, Hambre Cero busca crear un sistema alimentario más equitativo, inclusivo y resiliente.