La calificadora HR Ratings mantuvo la nota BBB+ para la deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera de México, ubicándose tres escalones por encima del umbral mínimo de grado de inversión. La perspectiva mejoró de negativa a estable como resultado de la evolución favorable en las principales métricas fiscales del país. Con esta decisión, México conserva el grado de inversión con las ocho agencias calificadoras que evalúan su deuda, reforzando su posición en los mercados financieros internacionales.
La agencia reconoció los esfuerzos de consolidación fiscal del gobierno federal, destacando específicamente los ajustes implementados en el gasto corriente y de inversión, junto con el dinamismo observado en los ingresos tributarios. Esta evolución refleja una gestión prudente del gasto público, mayor eficiencia recaudatoria, combate efectivo contra la evasión fiscal y un compromiso demostrado con la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo. La estabilidad de las finanzas públicas ha sido respaldada por el buen desempeño de la recaudación tributaria, logrado incluso sin una reforma fiscal integral.
Según las proyecciones de HR Ratings, se anticipa que la tendencia hacia menores déficits fiscales continuará en el mediano y largo plazos, a pesar de los riesgos presentes en el entorno externo. Entre los principales desafíos identificados se encuentran los mayores costos financieros y posibles depreciaciones cambiarias que podrían incidir en la evolución de la deuda pública. No obstante, una renegociación favorable del T-MEC podría impulsar significativamente la inversión en sectores estratégicos y favorecer la trayectoria de la deuda neta mediante un efecto cambiario positivo.
La calificadora también destacó que el apoyo del gobierno federal a Pemex podría proporcionarle mayor capacidad de inversión y generar balances financieros positivos para la empresa estatal, con el efecto potencial de reducir su nivel de endeudamiento en el mediano plazo. Adicionalmente, HR Ratings anticipa un entorno económico más favorable para México en los próximos años, con inflación convergiendo gradualmente hacia su meta y tasas de interés en trayectoria descendente, al tiempo que resaltó la solidez del sistema financiero nacional respaldado por elevados niveles de reservas internacionales.