Con una gran respuesta del público, la exposición *Ingrid Hernández, 20 años de arte under construction* dio inicio en la Sala 1 de El Cubo del Centro Cultural Tijuana (Cecut), institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. La apertura incluyó un programa público que reunió arte, memoria y reflexión a través de dos conferencias-performance realizadas los días 17 y 18 de octubre: *Safety Blue: una lectura de dos voces* y *Pedagogías independientes y acciones colectivas*.
El primer performance, *Safety Blue*, fue un proyecto colaborativo entre la antropóloga Norma Iglesias y la artista visual Andrea Carrillo Iglesias, madre e hija, quienes exploraron las condiciones laborales y de vida de mujeres obreras en la maquila. A través de lecturas en vivo, proyecciones y fotografías de los años setenta y ochenta, la pieza combinó investigación social y creación artística. Iglesias leyó fragmentos de su libro *La flor más bella de la maquiladora*, mientras su hija seleccionó y curó el material visual, creando una experiencia íntima y emotiva sobre las luchas cotidianas de las mujeres trabajadoras de Tijuana.
La artista Andrea Carrillo expresó que este proyecto representó un reencuentro familiar y creativo: “Es la primera vez que mi mamá me acompaña en el escenario. Este trabajo recupera archivos, fotografías y textos que dialogan entre generaciones de mujeres”. Por su parte, Norma Iglesias destacó la relevancia de reinterpretar su obra desde nuevas miradas: “Fue una maravilla que Andrea recuperara algo que yo tenía enterrado; ahora se lee desde otra perspectiva, con nuevas herramientas tecnológicas”.
El segundo evento, *Pedagogías independientes y acciones colectivas*, abrió con una charla en el Vestíbulo de El Cubo con la participación de Ingrid Hernández, Mónica Arreola, Abraham Ávila y la moderación de Mayra Huerta. Los artistas reflexionaron sobre los espacios independientes de la región y su papel en la descentralización del arte. La sesión culminó con un performance sonoro del colectivo Cognate Collective, que fusionó mezcla musical en vivo y producción colaborativa de sonido, invitando al público a participar en una experiencia comunitaria que celebró la creatividad y la esperanza de las comunidades fronterizas.