El empate 3-3 entre Cruz Azul y Atlas en el Estadio Jalisco dejó más que goles y polémica arbitral: generó un intenso debate sobre la actuación del portero Kevin Mier. A pesar del triplete de Ángel Sepúlveda que rescató a La Máquina, los reflectores se enfocaron en el arquero colombiano, responsable directo de dos errores que derivaron en goles rojinegros y desataron sospechas de posible amaño de partido.
El primer error ocurrió cuando Mier salió del área y tuvo una mala recepción del balón, que fue interceptado por Eduardo "Mudo" Aguirre, quien definió sin marca. Sin embargo, el segundo tanto fue aún más cuestionado: Matheus Doria disparó desde larga distancia y el balón, aparentemente sin mayor peligro, se le escurrió de las manos al arquero, cruzando la línea de gol ante la incredulidad de propios y extraños.
Las redes sociales y algunos analistas deportivos encendieron las alarmas. Luis Silva, comentarista de apuestas en Fox Sports, calificó la actuación de Mier como “muy extraña”, insinuando un posible trasfondo relacionado con apuestas deportivas. Aunque no existen pruebas ni investigaciones oficiales en curso, las declaraciones avivaron las sospechas y la conversación se trasladó rápidamente a la afición.
El contexto global del fútbol, donde el tema de amaños y apuestas ilegales ha sido recurrente, hace que cada error sea examinado con lupa. En México, existen antecedentes que han creado desconfianza entre los aficionados. En este caso, la falta de comunicación oficial por parte de Cruz Azul y el silencio del propio Mier han intensificado la incertidumbre.
El futuro inmediato del arquero dependerá de su desempeño en los próximos encuentros y de cómo el cuerpo técnico enfrente la presión mediática. Mientras tanto, la Liga MX deberá mantenerse vigilante y tomar medidas preventivas si desea evitar que este tipo de sospechas empañen la integridad del torneo.