La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) reafirmó su rechazo a la decisión del gobierno de Perú de romper relaciones diplomáticas con México, al subrayar que ha actuado de manera pacífica, humanitaria y en estricto apego al derecho internacional. Durante la conferencia La mañanera del pueblo, el subsecretario para América del Norte, Roberto Velasco, reiteró que, por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum y del canciller Juan Ramón de la Fuente, México continuará defendiendo su tradición humanista en materia de asilo político y su respeto a las normas internacionales.
Velasco explicó que la Cancillería mexicana informó oficialmente al gobierno peruano sobre la concesión del asilo diplomático a la exprimera ministra Betssy Chávez y entregó una nota solicitando el salvoconducto que garantice su salida segura del país. Aclaró que esta decisión se tomó conforme al artículo 4° de la Convención de Caracas y el artículo 11 de la Constitución mexicana, tras una evaluación de la Secretaría de Gobernación y la SRE. Añadió que el otorgamiento se basa en evidencias de violaciones a derechos procesales y en un contexto de persecución política.
El funcionario recordó que, según la resolución de la Asamblea General de la ONU de 1967, el asilo político no puede considerarse un acto inamistoso entre Estados. Asimismo, confirmó que las relaciones consulares con Perú se mantienen, para garantizar la protección de los connacionales mexicanos que residen o transitan en ese país.
Durante la conferencia, la subsecretaria para América Latina y el Caribe, Raquel Serur Smeke, destacó que el asilo y el refugio son parte esencial de la tradición humanista de México y constituyen derechos humanos reconocidos internacionalmente. Señaló que el otorgamiento del asilo es una prerrogativa soberana del Estado mexicano, respaldada por tratados internacionales y por su política exterior de respeto a la vida y la libertad.
Por su parte, Pablo Monroy, director general para América del Sur, reiteró que México no ha intervenido en los asuntos internos del Perú ni responderá con medidas recíprocas a las decisiones unilaterales del gobierno de ese país. “La posición de México es de principios, congruente con su historia diplomática y su compromiso con el derecho internacional y la protección de los perseguidos políticos”, sostuvo.