En el patio de acceso del Colegio de San Ildefonso, sobre los antiguos vestigios del Templo Mayor, el artista Eduardo Olbés ha instalado su obra monumental “Ofrenda”. Se trata de un imponente corazón tallado en un monolito de jaspe rojo proveniente del desierto de San Luis Potosí, una pieza que dialoga con la historia y la memoria prehispánica del sitio.
Durante la inauguración, Eduardo Olbés, nacido en Manila en 1951 y establecido en México desde 1975, compartió que la escultura simboliza los 50 años que lleva en el país. Para él, situar su “corazón” en un lugar cargado de connotaciones rituales y ancestrales representa un acto de profunda trascendencia. “Es una ofrenda a todas las ofrendas y corazones que pasaron por aquí antes”, expresó emocionado.
La curadora María Vinós, acompañante del proceso creativo de Olbés por más de 15 años, explicó que la pieza pasó 12 años guardada, sin que el escultor definiera su destino, hasta que finalmente la forma emergió de la propia piedra. Así, “Ofrenda” se convirtió en un mensaje sobre la conexión entre el pasado y el presente, un acto de justicia poética según el coordinador ejecutivo del Colegio de San Ildefonso, Eduardo Vázquez Martín.
La escultura permanecerá en exhibición hasta el 9 de marzo de 2025. Con esta instalación, el Colegio de San Ildefonso invita al público a reflexionar sobre el corazón como símbolo universal y sobre la forma en que el arte contemporáneo revitaliza los espacios históricos de la ciudad, manteniendo viva la memoria cultural de México.