Con el regreso a clases tras las vacaciones de verano, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) advirtió sobre el incremento de casos de acoso escolar y ciberacoso que comienzan a detectarse en menores desde los ocho años. La organización subrayó que el uso temprano de pantallas y la dificultad para vigilar las interacciones digitales agravan esta problemática.
De acuerdo con el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar del Ministerio de Educación, el 9.5% de los menores de 12 años ha sufrido acoso y el 9.2% ciberacoso. En Secundaria, la cifra se eleva a casi el 20%. Teresa Cenarro, vicepresidenta de la AEPap, destacó que cada vez más pediatras identifican en consulta a niños pequeños víctimas de ciberbullying.
Los especialistas señalaron señales de alerta como el descenso en el rendimiento escolar, cambios de conducta, rechazo a actividades habituales, somatizaciones (dolor abdominal, vómitos, cefaleas) y síntomas emocionales como ansiedad, tristeza persistente o mutismo selectivo. También son comunes las huellas físicas como moratones, arañazos o material escolar dañado.
Según la AEPap, los perfiles más vulnerables suelen ser niños tímidos o impulsivos, con sobrepeso, parte del colectivo LGTBI+, expuestos a violencia familiar o con enfermedades crónicas. Respecto a los agresores, suelen ocupar roles de liderazgo negativo, incitar a otros y mostrar falta de empatía. La asociación recomendó escuchar a los menores, diseñar planes de seguridad con el centro escolar, documentar los casos y buscar apoyo profesional, además de reforzar la educación en valores de respeto y aceptación de la diversidad.