Vivian Jenna Wilson, la hija transgénero de Elon Musk, ha generado gran atención mediática tras anunciar su intención de abandonar Estados Unidos tras la reelección de Donald Trump. Wilson, quien ha expresado en varias ocasiones su distanciamiento con su padre, señaló que la victoria de Trump confirma su decisión de buscar un futuro fuera del país, donde considera que la situación para las personas LGBTQ+ podría deteriorarse.
La joven ha hablado públicamente sobre la percepción de un ambiente de hostilidad y retrocesos en cuanto a los derechos civiles de las personas LGBTQ+ en EE.UU. Tras los resultados de las elecciones, en los que Trump fue reelecto, Wilson expresó en entrevistas y redes sociales que no visualiza un “futuro seguro” en el país, citando la preocupante agenda de políticas que pueden afectar a esta comunidad. Esta postura ha generado un amplio debate y críticas en torno a las implicaciones sociales y políticas del nuevo mandato de Trump y el impacto sobre las minorías.
Wilson, quien ha cambiado su nombre y se ha distanciado de la identidad familiar de su padre, Elon Musk, también ha mencionado en otras ocasiones su interés en establecerse en un país más progresista y tolerante. Este distanciamiento con su padre ha sido otro punto de interés, considerando que Musk es una figura polarizadora en temas de libertad de expresión y regulación de contenidos en redes sociales, temas en los que su postura ha sido considerada ambigua en relación con los derechos de las minorías.
La decisión de Vivian Jenna Wilson de emigrar es interpretada por muchos como un reflejo de las tensiones políticas y sociales que marcan el actual clima en EE.UU. Su anuncio ha sido reportado ampliamente por medios como Politico, The Daily Beast y New York Post, que destacan tanto el contexto personal con su familia como su activismo por los derechos LGBTQ+.