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Jueves 25 de abril de 2024

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El Inbal rinde homenaje póstumo a Enrique González Rojo Arthur con edición de siete títulos de su obra poética

El Inbal rinde homenaje póstumo a Enrique González Rojo Arthur con edición de siete títulos de su obra poética

El Inbal rinde homenaje póstumo a Enrique González Rojo Arthur con edición de siete títulos de su obra poética

_ Actor fundamental del siglo XX mexicano que logró transitar y poner en escena su palabra y su pensamiento:, afirmó la directora general del Instituto

Con la presentación de la Colección Rojo, que reúne siete títulos que estaban pendientes de editar, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) rindieron un homenaje póstumo al escritor mexicano Enrique González Rojo Arthur, fallecido el pasado 5 de marzo de 2021.

El acto, que se llevó a cabo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes el martes por la noche, se convirtió en una reunión de amigos, familiares y público en general, donde se habló del poeta, el filósofo, el maestro, el militante de izquierda, pero también del melómano, el padre de familia y del perseguidor de nuevos caminos para las relaciones amorosas.

El homenaje a Enrique González Rojo Arthur se centró en la Colección Rojo, editada por la Subdirección de Coordinación Editorial de la Dirección de Difusión y Relaciones Públicas del Inbal y que consta de los títulos Lisístrata, La cueva de Montesinos, Francesca da Rímini, Peter El Rojo y su Informe para una academia, Poema filosófico I, Poema filosófico II y Secretos de la Selva Lacandona.

En ese marco, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, hizo entrega de un reconocimiento póstumo a González Rojo Arthur, el cual fue recibido por Alicia Torres, esposa del escritor y a quien el poeta y filósofo siempre reconoció como coautora, además de que lo acompañó hasta el último momento de su vida.

“Fundamental escritor y pensador que integró su convicción revolucionaria, social y política en la poesía y en la filosofía para dejar un legado imprescindible en las letras de México”, se leía en el reconocimiento entregado entre aplausos y vítores del público asistente.

“Esta es una noche muy especial, porque nos ha reunido aquí un poeta, un filósofo, un maestro, un crítico, un militante, un actor fundamental del siglo XX mexicano que logró transitar y poner en escena su palabra, su acción y su pensamiento en este siglo XXI también”, expresó.

Luego de escuchar a familiares y estudiosos de la obra del homenajeado,, la titular del Inbal expresó que las palabras que le han dedicado aquí al poeta son también un acto de rebeldía, porque a pesar de ese sentido de marginación que su obra vivió, “lo sembrado recoge frutos y florece en el amor y en la comprensión, en el arraigo que tiene la posibilidad de leerlo y de seguirlo dialogando desde una inteligencia amorosa que es la inteligencia que realmente transforma, la que relaciona corazón y mente en un tiempo específico”.

En ese sentido, externó su beneplácito porque haya sido una institución, el Inbal, la que hoy hace el reconocimiento al militante de izquierda “con un homenaje en verdad muy merecido a Enrique González Rojo Arthur, el tercero en esa dinastía de Enriques” (González Martínez y González Rojo).

Estamos –dijo-- ante la obra y la memoria de un gran intelectual que abrevó de la mitología, de las filosofías de prácticamente todas las culturas, de las cosmogonías indígenas, de la literatura universal, pero también de la psicología, de la antropología y de la teoría política; alguien que logró en su momento articular todos esos discursos en un discurso propio, radical, congruente, en pensamiento, palabra y actuación.

Recordó que cuando se buscaban palabras para hablar de González Rojo Arthur encontró que la ideal era la palabra “radical”, en el sentido de que el escritor siempre iba a la raíz y, por lo tanto, a “estar buscando aquello que siembra perspectiva de congruencia, alteridad, de espíritu igualitario, y también, por supuesto, de inconformidad con lo establecido y con aquello que amenaza con convertirse en una verdad única”.

Además, compartió con el público que cuando se planeaba el reconocimiento al filósofo se pensó necesariamente en aquella parte de su obra que estaba pendiente de editar: “Asumimos un compromiso institucional de dar luz a esas palabras, a esa reflexión literaria contemporánea que estaba ahí”. Sin embargo, agregó, “pensamos que saldría un libro, un tomo de sus poemas, pero se multiplicó y resultaron siete libros” que ahora forman la Colección Rojo del Inbal.

“Es importante decirlo: son siete títulos, pero nos han dicho que hay más. Como siempre, el maestro González Rojo Arthur yendo al final de los procesos y una vez que llega a un lugar hay que seguir adelante, no conformarse con el lugar al que se ha llegado porque ese lugar será el inició de otro proceso. Quiero decir que eso es lo que tenemos que hacer: darle continuidad a esta obra, porque es necesario ser congruente con ese espíritu de él”, concluyó la directora general del Instituto.

Al agradecer al Inbal la edición de estos siete libros, Graciela González Phillips, hija del escritor, compartió una semblanza de su padre y mencionó que el escritor cumpliría 94 años de edad, justo este 5 de octubre. Nació en 1928 en una época convulsa, en una biblioteca con casa, como decía él. Su custodia estuvo bajo su abuelo Enrique González Martínez y desde sus primeros años en el colegio comenzó a cuestionar a la religión y sus dogmas. “Vivió en un medio muy intelectual. Conoció a José Revueltas, su segundo padre teórico”, destacó la antropóloga.

Aseguró que poesía, filosofía, magisterio y política fueron sus pilares, pero además, las mujeres, y la música que fue su oxígeno. “González Rojo Arthur fue poeta, filósofo, profesor, militante de izquierda y padre de tres hijos. Estas prácticas sustantivas suyas se interrelacionaron de tal modo que la política y la filosofía influían en la poesía y su práctica docente se veía enriquecía por todas ellas.

En la mitad de su vida conoció a Alicia Torres Ramírez y desde entonces, él lo dijo, fue su verdadera compañera de vida, coautora de sus libros, camarada en la militancia y quien lo cuidó hasta sus últimos días.

“Mi padre –terminó-- nos heredó el gusto por la música y la literatura, un espíritu crítico, una posición de izquierda siempre a favor de los explotados, humillados y ofendidos. La necesidad filosófica de profundizar, no quedarse en las apariencias, combatir todo tipo de dogmas y considerar los fenómenos desde diferentes puntos de vista; sembró en nosotros la lucha contra la propiedad privada de las cosas, las ideas y las personas, y como proyecto una sociedad autogestiva”.

Por su parte, el poeta Manolo Mujica, a manera de carta al filósofo recordado, comentó: “Estos poemas tuyos son una rara avis, ya que responden un poco a la épica o a la lírica, otro poco al poema narrativo y otro tanto al poema de pensamiento, incluso caben en el ensayo poético. Estas siete obras tuyas inauguran la Colección Rojo del Inbal, y ojalá hubieran llegado antes, porque si alguien merece todos los reconocimientos del orbe de la poesía, ese eres tú”, dijo.

Y consideró: Es justo decir que la Colección Rojo marca un precedente en la poesía mexicana, no solo por marcar el trabajo de la última etapa de uno de nuestros poetas mayores, sino también porque representa una victoria para la poesía. Dar continuidad a nuestros poetas que, pese a la enorme calidad de su pluma, han sido excluidos de las grandes editoriales o de las antologías que gozan de los mayores auspicios, es un buen principio que deja ver la buena voluntad.

Ya en la parte final, el investigador Jorge Aguilera destacó que el homenaje a González Rojo Arthur era “algo muy necesario” y celebró la decisión de llevar a cabo la edición de este conjunto de poemas. “Representan un momento importante en la revaloración y rescate de muchos autores a los que por varias razones no habíamos podido acceder como merece su obra y que son fundamentales para la literatura mexicana”.

Para concluir, dijo: La lectura de las obras de González Rojo Arthur, tanto en sus novelemas como en su producción filosófica y política, es una experiencia de lectura que abre caminos y el entendimiento, y si tenemos suerte, la capacidad de entender el mundo. Eso es algo que tenemos que agradecerle: ser un autor que para la mayoría de los que lo conocemos, entendemos la vida desde otro lado, y estos libros permiten que demos cuenta de esa manera nueva, distinta, de entender el mudo.

La sesión concluyó con la participación del guitarrista Guillermo González Phillips, hijo también del poeta, quien interpretó en homenaje dos piezas de guitarra clásica.

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