_ Al participar en el Cuarto Foro: Diálogo sobre la legislación y el desarrollo de la apicultura, coordinado por el Senado, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, señaló las acciones que realiza la dependencia para mantener el valor económico y social de esta actividad productiva.
La Secretaría de Agricultura fortalece acciones para la conservación de las abejas, con el fomento de prácticas agrícolas que ayuden a mantener poblaciones de polinizadores, en el marco de la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sostenible de los Polinizadores (ENCUSP).
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que los rendimientos de al menos 87 cultivos de importancia para la alimentación a nivel global dependen de polinizadores como colibríes, murciélagos, abejorros y mariposas, además de las abejas melíferas, refirió.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, externó la disposición de la dependencia federal para colaborar en la construcción de una ley que refuerce el cuidado y aprovechamiento de las abejas y polinizadores, que proteja la actividad apícola del país y mejore la calidad de vida de los apicultores.
Subrayó la importancia de instrumentar una legislación en materia apícola que sume mecanismos de control sanitario, inocuidad y trazabilidad, a favor de los polinizadores que están estrechamente vinculados con la producción de alimentos.
Al participar en el Cuarto Foro: Diálogo sobre la legislación y el desarrollo de la apicultura, coordinado por el Senado, el funcionario federal destacó que en México, más de 50 mil familias trabajan en la apicultura, aportan una producción promedio de 50 a 60 mil toneladas de miel al año y exportan la mitad de este volumen.
Villalobos Arámbula reiteró el compromiso de la Secretaría a favor de la apicultura, mediante el fomento de prácticas sostenibles con las abejas melíferas, meliponas y polinizadores, para posicionar la miel mexicana y otros productos apícolas en los mercados nacional e internacional.
Afirmó que agricultores, apicultores y polinizadores contribuyen a posicionar al país como un importante agroexportador de productos hortofrutícolas de alto valor comercial, donde esta actividad contribuye al servicio de la polinización en diferentes cultivos y a la producción de miel, cera y propóleo.
Ante productores, académicos, expertos, legisladores y sociedad, señaló que la apicultura mexicana enfrenta grandes retos, por lo que es necesario fortalecer la selección y el mejoramiento genético, de manera participativa entre científicos y apicultores, con el fin de mantener el valor económico y social de esta actividad.
Sostuvo que el sector primario necesita de la naturaleza, polinizadores, agua, suelos sanos y organismos benéficos en el control de plagas y enfermedades, lo cual solo será posible si se practica una agricultura amigable con el entorno ambiental.
El secretario Villalobos Arámbula comentó que la Secretaría fortalece acciones para la conservación de las abejas, con el fomento de prácticas agrícolas que ayuden a mantener poblaciones de polinizadores, en el marco de la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sostenible de los Polinizadores (ENCUSP).
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que los rendimientos de al menos 87 cultivos de importancia para la alimentación a nivel global dependen de polinizadores como colibríes, murciélagos, abejorros y mariposas, además de las abejas melíferas, refirió.
Los titulares de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, y de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, la presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Nancy Sánchez Arredondo, y la integrante de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, María Merced González, subrayaron la importancia del sector primario nacional.
Destacaron el compromiso de expedir, de manera conjunta e integral una Ley de Protección Apícola para estandarizar las normas en las entidades, buscar el equilibrio entre producción, medio ambiente y mercados, evitar el envenenamiento de abejas y robo de colmenas y erradicar las desigualdades en las zonas rurales con producción apícola.
Mencionaron que, a través de los foros, se trabaja en el desarrollo de una ley que incida en el cuidado y aprovechamiento de abejas, polinizadores y la actividad apícola, con la consulta a productores, especialistas e investigadores.