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A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
Desde el mes de enero, un grupo de expertos universitarios ha seguido el curso de la pandemia COVID-19.
En atención a sus recomendaciones, desde hace unos días nos separamos como comunidad para enfrentar y superar la emergencia sanitaria que México atraviesa.
La UNAM desacelera el ritmo vertiginoso de su actuar. Desaceleramos en todas nuestras funciones sustantivas: en la educación presencial, en la investigación y en la difusión de la cultura.
Pero la Universidad nunca se detiene: En el terreno educativo y para compensar en la medida de lo posible la educación presencial, hemos puesto a disposición de la comunidad estudiantil un riquísimo campus virtual con contenidos de aprendizaje para los distintos niveles utilizando todas las herramientas tecnológicas de que disponemos para facilitar las clases virtuales y la educación a distancia. En relación con la investigación, continuará aquella que, por su curso natural, no pueda ser llevada a cabo desde los domicilios de los investigadores, además de que seguiremos realizando toda aquella consustancial a la seguridad nacional. Y los canales de difusión de radio y televisión; nuestras poderosas redes sociales y nuestra comunicación en general, redistribuirán cargas de trabajo y mantendrán su importantísima labor, además de informar, de manera veraz y oportuna, sobre la situación que guarda la Universidad en relación con el COVID-19.
A todas y todos ustedes, la Universidad, como siempre, les reconoce su compromiso y lealtad con la institución y con México.
Nos distanciamos físicamente entre nosotros, pero seguimos trabajando unidos, para evitar la dispersión del contagio y su propagación a una escala mayor.
Todas y todos los universitarios tenemos la responsabilidad de lograrlo.
Los grupos vulnerables, particularmente los mayores de 65 años, deben evitar el contacto con otras personas y procurar su reclusión domiciliaria, particularmente si tienen fiebre o síntomas de congestión nasal o bronquial; si éste fuera el caso, guarden reposo en su casa.
No dejen de acudir a los servicios de salud si tienen dificultades respiratorias.
Tengan presente que el COVID-19 se propaga por contacto físico; recuerden lavarse las manos con frecuencia, usar geles desinfectantes y evitar tocarse el rostro.
Es necesario contar con la participación consciente, comprensiva y comprometida de todas y todos ustedes para reducir los riesgos, protegernos mutuamente y salir adelante. Seguimos unidos y trabajando.
Lo hacemos con todas las precauciones necesarias, y haciendo extenso uso de las facilidades que nos brindan las tecnologías de la información. Estaremos permanentemente en contacto con toda la comunidad.
Estén atentos a todas las comunicaciones oficiales que surjan de nuestra Universidad y de las autoridades sanitarias.
El regreso a la normalidad de la vida universitaria será determinado en función del desarrollo de la pandemia y se realizarán los ajustes necesarios para aminorar su impacto en nuestras funciones sustantivas.
La situación actual requiere que seamos cautelosos, firmes y veraces.
Necesitamos superar el temor y la incertidumbre anteponiendo la racionalidad, el optimismo y la esperanza.
Porque esa es la esencia de nuestro espíritu, de nuestra nación y de nuestra raza.
Muchas gracias. “Por mi raza hablará el espíritu”
Dr. Enrique Graue Wiechers