_ Compilado por los investigadores del INAH, Luis Alberto Martos y Luis Alberto López, reúne una treintena de historias de 32 reconocidos especialistas Sombras y susurros. Vivencias extrañas y tenebrosas en la arqueología puede adquirirse en formatos físico y digital
“¿Cómo describir lo que miras, si aún no crees que eso que ves es real?” Interrogantes como esta recorren las páginas y deambulan por los sitios arqueológicos, los campamentos, los paisajes, las iglesias y los recintos históricos que se visitan en el libro Sombras y susurros. Vivencias extrañas y tenebrosas en la arqueología (2021).
La novedad editorial, coordinada y coeditada por los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Luis Alberto Martos López y Luis Alberto López Wario, recopila una treintena de historias de la autoría de 32 investigadores mexicanos y extranjeros, en la que se plasman anécdotas del trabajo arqueológico, las cuales van desde lo simplemente ‘extraño’, hasta lo netamente ‘inexplicable’.
Como alude la cita mencionada, escrita por el investigador salvadoreño Fabricio Valdivieso, al indagar en los grupos humanos del pasado, desde sus vestigios materiales, la arqueología lleva a quienes la ejercen a contextos poco visitados o a los que la mayoría de la gente no suele acceder, como cuevas, cenotes, selvas, desiertos y alta montaña.
Las comunidades cercanas a los sitios arqueológicos, o bien, el personal que labora ellos, abundan los investigadores adscritos a las direcciones de Estudios Arqueológicos y de Salvamento Arqueológico del INAH, Martos López y López Wario, respectivamente, hablan a menudo de espíritus, guardianes, malos vientos, aluxes y otras entidades, cuya presencia sobrepasa las explicaciones racionales.
Y aunque hay muchos arqueólogos, refiere, a quienes nunca les ha ocurrido nada que pueda llamarse sobrenatural, o les ha sucedido, pero no creen en ello, una peculiaridad de las vivencias reunidas es que suelen incluir fenómenos comunes en tales narrativas, siendo un ejemplo las historias en las que un grupo de personas –llámense arqueólogos, estudiantes o trabajadores– tienen sueños sincrónicos durante sus estancias en campo, o bien, solucionan sus inconvenientes con la realización de un pedimento o la colocación de una ofrenda.
“Estas eran historias que nos habían pasado en las sombras y de las que solo escuchábamos susurros, ya que muchos de nosotros no las contábamos abiertamente”, refiere Luis Alberto López al destacar el aspecto catártico que tuvo, para algunos de los autores, consignar por escrito sus anécdotas.
En este sentido, ambos investigadores coinciden en que el libro es una oportunidad de reconocer la capacidad literaria de los arqueólogos cuyas historias son reunidas –Adriana Velázquez Morlet, Francisco Mendiola Galván, Joel Santos Ramírez, Raúl Arana Álvarez, Rosalba Nieto Calleja, Christian Vitry di Bello y María José Con Uribe, entre otros reconocidos investigadores–, lo que constituye una novedosa forma de acercarse al público fuera del ambiente académico.
La invitación a los lectores, concluyen los coautores, quienes también han comentado su libro en diversos programas de Radio INAH, es a conocer, desde un lenguaje ameno, cómo se realiza el trabajo arqueológico: la instalación de campamentos, el registro de los contextos o el trabajo de laboratorio, entre otras etapas del mismo.
“Todos los autores compilados llegan a una misma moraleja: el respeto, ya que más allá de ser sitios patrimoniales, los lugares que abordamos fueron hogar de gente que vivió y murió, que amó, trabajó, soñó, planeó y lloró. Y ya sea como arqueólogos o como visitantes de zonas arqueológicas, de cenotes o de conventos, debemos respetar todas esas memorias”, finaliza Luis Alberto Martos.
El libro Sombras y susurros. Vivencias extrañas y tenebrosas en la arqueología (2021) es editado por el sello Punto Rojo y se encuentra disponible en formato electrónico en las diversas plataformas de venta de libros en línea.
Los ejemplares físicos pueden adquirirse en las librerías del INAH ubicadas en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (calle Moneda N°. 13, Centro Histórico, CDMX) y en la sede del INAH (calle Hamburgo N° 135, colonia Juárez, CDMX).