_ El esperado desempeño de Sergio “Checo” Pérez en el Gran Premio de México se truncó apenas al arrancar la carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Un mal acomodo en la parrilla le valió una penalización de cinco segundos, pese a que logró remontar posiciones desde el lugar 18 al 13 en la primera vuelta.
La situación se complicó aún más en la vuelta 18, cuando al intentar rebasar al piloto neozelandés Liam Lawson, Pérez se vio obligado a salir de la pista, dañando su monoplaza y perdiendo la oportunidad de puntuar frente a su afición. Checo no ocultó su frustración por la maniobra de Lawson, la cual calificó como “innecesaria” y criticó abiertamente, advirtiendo que este tipo de acciones pueden costarle un asiento en la Fórmula 1.
Con un auto dañado, Pérez pasó al modo de supervivencia y fue superado por varios rivales, entre ellos el propio Lawson, con quien mantuvo una tensa comunicación por radio. Aunque un incidente entre Lawson y Franco Colapinto le permitió avanzar al puesto 14 temporalmente, Checo no logró concretar un buen resultado y decidió buscar la vuelta rápida, sacrificando su posición y terminando en el lugar 17.
Tras varios problemas de frenos durante el fin de semana, Pérez describió este noveno Gran Premio de México como el peor de su carrera en casa, incluso comparándolo con el accidente de la primera vuelta en 2023. Sin embargo, mantuvo su optimismo, prometiendo una revancha en las próximas competencias.
