Visibiliza Conapo Desplazamiento Forzado Interno como una cara más de la violencia de género - NTCD Noticias
Martes 16 de abril de 2024

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Visibiliza Conapo Desplazamiento Forzado Interno como una cara más de la violencia de género

Visibiliza Conapo Desplazamiento Forzado Interno como una cara más de la violencia de género

Visibiliza Conapo Desplazamiento Forzado Interno como una cara más de la violencia de género

_ Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el Consejo Nacional de Población (Conapo), hace visible otra de las formas de violencia que viven niñas y mujeres en México: el Desplazamiento Forzado Interno (DFI).

Según las Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas 2016-2050, este 2020 habitan en el país alrededor de 65 millones 225 mil mujeres, de las cuales 12 por ciento tienen 60 años y más, porcentaje que –cabe señalar– se prevé que para 2050 llegue a 24.5 por ciento del total de mujeres que se encontrarán en el grupo de personas adultas mayores.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), la percepción de inseguridad de las mujeres en el municipio en donde residen es cada vez es mayor, de 2013 a 2019 pasó de 65.6 a 74.1 por ciento. Además, según la encuesta, son ellas las principales víctimas de delitos sexuales, pues ocurren 2 mil 747 delitos de esta índole por cada cien mil mujeres.

A través de los datos de la Envipe, el Conapo realizó un análisis del perfil sociodemográfico de la población que cambió de vivienda o lugar de residencia para protegerse, en el que destaca la predominancia de las mujeres en dicha situación, que en la Envipe 2018 representaron el 55 por ciento.

Asimismo, aunque tanto en la población femenina que se movió como en la que no lo hizo predomina en el grupo de adultos de 30-59 años (56 por ciento), existe una diferencia en el grupo de jóvenes, pues las que se movieron alcanzaron el 36 por ciento contra 23 por ciento.

En cuanto a la jefatura del hogar según sexo, los resultados indicaron que es más común la encabezada por hombres, esto ocurre tanto para las personas que se mudaron como para las que no. En 2018, del total de jefas y jefes de familia que cambiaron de residencia, 67.8 por ciento era del sexo masculino y 32.2 por ciento, del femenino.

Por otra parte, entre quienes no se movieron las proporciones siguieron el mismo patrón y alcanzaron los mismos niveles, no obstante la cifra que representaron las mujeres fue ligeramente mayor (34.8 por ciento) y en consecuencia, el de los hombres fue menor (65.2 por ciento).

De acuerdo con el Conapo, esta clasificación puede considerarse como un producto de la pauta patriarcal que asigna la jefatura a los hombres, aunque ellos no sean los proveedores ni quienes toman las decisiones importantes.

Otro de los datos relevantes que surgieron de dicho análisis, se refiere a que en el conjunto de personas que se mudaron de vivienda o lugar de residencia, y cuyo parentesco es hija o hijo, predominaron las mujeres.

En 2019, entre quienes se movieron, las hijas representaban 55.6 por ciento, mientras que en aquellos que permanecieron, constituyeron 47.9 por ciento. Los hijos presentaron un patrón inverso, ya que eran mayoría entre quienes se quedaron (52.1 por ciento) y minoría entre los que se fueron (44.4 por ciento).

Según el estudio sobre la población que cambió de vivienda o lugar de residencia para protegerse de la delincuencia, la predominancia de las mujeres entre las personas que se mueven podría deberse a que se consideran más vulnerables, expuestas y por ende, deben protegerse más.

Para el Conapo es prioridad atender el DFI desde un enfoque de género y derechos humanos que permita brindar a niñas y mujeres entornos libres de violencia.


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