El público abarrotó el Teatro Esperanza Iris y vibró con temas como Azul casi morado, en un concierto que logró reunir a los ex integrantes del mítico grupo de rock nacional en una bella celebración a la vida y obra de Rita Guerrero y Julio Díaz
A 26 años de su primera presentación en público, los ex integrantes de la banda de rock Santa Sabina se reunieron en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad para recordar y celebrar una época de música cargada de imágenes poéticas y surrealistas.
En el escenario, alrededor de los micrófonos dispuestos en un semicírculo, hubo gladiolas blancas, un montaje con los instrumentos situados en distintos niveles, y en el piso, al frente y en el centro, una iluminada a€œSa€, el símbolo de una de las bandas de rock nacional de culto con más presencia en la memoria colectiva.
Santa Sabina se reunió para rendir un homenaje a la memoria de dos integrantes que formaran parte del grupo musical; por una parte, a las letras escritas por quien fuera la voz del grupo, Rita Guerrero, presente en el escenario a través de su micrófono situado frente al público, adornado con vastas gladiolas blancas a manera de altar; así como al baterista Julio Díaz.
En un ambiente lúgubre, con rojos, morados y azules predominantes, se reencontraron Poncho Figueroa, Patricio Iglesias, Pablo Valero, Leonel Pérez, Juan Sebastián Lach, Jacobo Lieberman y Aldo Max, así como Michel, hijo del baterista Julio Díaz.
Los músicos lograron emocionar al múltiple público asistente que abarrotó el recinto, al ritmo de Azul Casi Morado, Chicles y Estando aquí no estoy, así como con los interludios sonoros, visuales y teatrales a disposición de la lírica de Rita Guerrero.
En uno de los momentos cumbre de la noche, el lugar estalló en aplausos y coros, pidiendo en más de dos ocasiones a los integrantes regresar al escenario para continuar tocando y gozando de los recuerdos.
Además, los miembros de la banda presentaron sus proyectos musicales para compartir con los presentes su historia, la cual continúa escribiéndose.
El concierto, realizado el viernes 27 de febrero a las 20:30 horas, lo abrió la música de La Súper Cocina, grupo de Leonel Pérez; Love La Femme, de Pablo Valero, continuó con su folk rock dulce; la vitalidad y energía post punk estuvo a cargo de Euridice, liderada por Patricio Iglesias, y el rock de Los Jaigüey, de Poncho Figueroa, completó el círculo dibujado alrededor de Santa Sabina.
Al término de la velada musical se repartieron gladiolas a los asistentes, quienes agradecieron a cada uno de los miembros por mantener en su memoria la historia en común con Santa Sabina, a través de lo que mejor hacen, la música.