La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó un incremento significativo en los casos de cólera durante 2024, registrando 804,721 infecciones y 5,805 muertes en todo el mundo, a excepción de la región del Pacífico Occidental. Estas cifras representan un aumento respecto al año anterior, cuando se documentaron 535,321 casos y 4,007 fallecimientos.
La región más afectada fue la del Mediterráneo Oriental, con Yemen como el país con más infecciones (260,552 casos), seguido de Afganistán (175,262) y Pakistán (76,573). En cuanto a mortalidad, Sudán lideró con 1,296 muertes, seguido de Yemen (879) y Somalia (128). En África, la República Democrática del Congo, Etiopía y Nigeria fueron los países más golpeados, acumulando en conjunto más de 80,000 casos y miles de muertes.
En las Américas, Haití fue el único país que reportó casos y muertes por cólera, con 10,556 infecciones y 162 fallecimientos. La OMS destacó que los brotes fueron exacerbados por factores como conflictos armados, desplazamientos masivos, desastres naturales y el cambio climático, que afectaron especialmente a las zonas rurales con infraestructuras deficientes y limitado acceso a atención médica.
A pesar de los esfuerzos globales, la producción de vacunas orales contra el cólera no ha logrado satisfacer la creciente demanda. Aunque en diciembre de 2024 se produjeron 5.5 millones de dosis, superando el mínimo necesario para reservas de emergencia, la oferta sigue siendo insuficiente para controlar los brotes y prevenir la propagación de la enfermedad a nivel mundial.
La OMS subrayó la necesidad de intensificar los esfuerzos para mejorar las infraestructuras sanitarias, ampliar la producción de vacunas y garantizar una respuesta eficaz ante futuros brotes, destacando que el cólera sigue siendo una amenaza importante para la salud pública global.