Mantener el microondas enchufado constantemente puede parecer inofensivo, pero tiene implicaciones que podrían afectar tanto a tu economía como a tu seguridad. Expertos sugieren desenchufarlo cuando no se esté utilizando, debido a tres factores principales.
En primer lugar, está el consumo fantasma de electricidad. Aunque el microondas esté apagado, sigue consumiendo energía, especialmente los modelos con pantalla o reloj digital. Este consumo, aunque pequeño, se refleja en un aumento de la factura eléctrica mensual.
En segundo lugar, el microondas enchufado está expuesto a riesgos como cortocircuitos y subidas de tensión. Estos picos eléctricos pueden dañar el aparato y, en casos extremos, representar un riesgo de incendio, especialmente en áreas con tormentas frecuentes.
Por último, está la exposición a campos electromagnéticos. Aunque la Organización Mundial de la Salud no ha encontrado evidencia concluyente de que estos campos causen daños a la salud, reconoce que son necesarias más investigaciones sobre sus efectos a largo plazo. Por precaución, muchas personas optan por desconectar el microondas cuando no lo utilizan.
Desenchufar el microondas no solo puede prolongar su vida útil, sino también contribuir a la seguridad del hogar y a un consumo energético más consciente.