Este 14 de junio se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre bajo el lema de la OMS “Dona sangre, dona esperanza: juntos, salvamos vidas”. Sin embargo, en México persiste un gran desafío: apenas el 8.1% de las donaciones son voluntarias, mientras que la mayoría se realizan por reposición, es decir, cuando un familiar o conocido requiere una transfusión.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los países cuenten con al menos cinco millones de donaciones anuales para garantizar un suministro suficiente y seguro de sangre. No obstante, en 2024 México alcanzó apenas 1.5 millones, cifra que refleja una cultura limitada de donación altruista, especialmente entre jóvenes, uno de los grupos clave que busca activar la campaña global de este año.
La sangre donada puede significar la vida para mujeres con hemorragias postparto, niños con anemia, personas con enfermedades como hemofilia o leucemia, pacientes que requieren cirugía y víctimas de accidentes o desastres naturales. Dado que la sangre no se puede fabricar, se requiere del acto generoso de personas que estén dispuestas a donar con regularidad.
Para donar sangre, es necesario cumplir ciertos requisitos como tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos, no estar bajo tratamientos médicos activos y acudir con un ayuno mínimo de cuatro horas. El proceso incluye una valoración médica previa, la extracción, un periodo breve de recuperación y un refrigerio posterior.
Además de concientizar sobre la importancia de la donación habitual, se recuerda que existen compatibilidades específicas entre los grupos sanguíneos. Por ejemplo, las personas con grupo O- son donadoras universales de glóbulos rojos, mientras que el grupo AB+ puede recibir sangre de todos los tipos. Fomentar la donación altruista es una tarea urgente para fortalecer el sistema de salud y salvar miles de vidas en el país.