Durante la conferencia presidencial, se rindió homenaje a Eulalia Guzmán, una destacada maestra y normalista nacida el 12 de febrero de 1890. Al cumplirse 40 años de su fallecimiento, se resaltó el papel fundamental que desempeñó en la alfabetización, la inspección escolar y la formación de docentes, dejando un legado que trasciende hasta la actualidad.
Además de su profunda vocación pedagógica, Eulalia Guzmán incursionó en la historia y las ciencias sociales, convirtiéndose en una defensora incansable de la memoria cultural de México. Sus esfuerzos por rescatar el cuerpo de Francisco I. Madero durante un episodio crítico evidencian su compromiso con los valores de justicia y democracia.
Su tarea docente se extendió a la reorganización de instituciones fundamentales, siendo pieza clave en la implementación de políticas educativas impulsadas por la Secretaría de Educación Pública. También viajó a Estados Unidos para conocer métodos de enseñanza, lo que le permitió enriquecer la práctica pedagógica en el país.
El reconocimiento a Eulalia Guzmán refleja la voluntad del Gobierno Federal de rescatar los aportes de las mujeres en la historia de México. Su vida y obra demuestran cómo la educación, la investigación y la defensa de la cultura forman parte esencial de la construcción de un país más equitativo y con sentido de identidad.