El incremento de la pensión mínima garantizada a 9,407 pesos mensuales en 2025 ha generado dudas entre los jubilados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), especialmente entre aquellos que reciben montos inferiores y buscan aumentar su pago mensual.
Sin embargo, el sistema de cálculo del IMSS no permite ajustes retroactivos a pensiones ya otorgadas, salvo en casos específicos. Esto significa que los jubilados con montos bajos, en muchos casos menores a 3,000 pesos, no pueden solicitar un incremento, ya que sus pensiones fueron determinadas conforme a la Ley del Seguro Social vigente en el momento de su retiro.
La pensión mínima garantizada solo beneficia a quienes soliciten su jubilación en 2025 y hayan cotizado al menos un día dentro de ese año. Para estos casos, el monto será de 9,407 pesos mensuales y de 9,803 pesos para quienes se jubilaron en enero y en febrero se les actualizó por inflación. Los pensionados de años anteriores no tienen derecho a ajustes para equiparar su pago con la nueva cantidad garantizada.
Desde la implementación de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) en 2016, las pensiones se ajustan con base en la inflación y el valor de esta unidad, lo que ha generado una brecha creciente entre generaciones de jubilados. Aunque en el Congreso se han planteado propuestas para corregir esta disparidad, hasta el momento no se han aprobado modificaciones al sistema de pensiones, por lo que los montos seguirán ajustándose conforme a la UMA y no al salario mínimo.