La economía de México logrará un crecimiento de 0.7% en 2025, pese a la desaceleración y la incertidumbre internacional, estimó Gabriel Casillas, economista jefe para América Latina en Barclays. Este pronóstico supera el consenso de mercado que prevé un alza de apenas 0.2%, según la última encuesta de Citi.
Casillas explicó que el nuevo gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha evitado errores de política económica que en otras administraciones desalentaron la inversión. A diferencia del pasado, no se espera una disrupción importante en el gasto público ni decisiones que afecten la confianza empresarial.
Respecto a las condiciones externas, Barclays descartó una recesión en Estados Unidos y anticipó un crecimiento de 1.1% en su economía, lo que favorecerá la demanda externa de manufacturas mexicanas. Además, la expectativa de recortes en la tasa de interés de referencia de Banxico —que podría bajar a 8% en el primer semestre y cerrar en 7.5% este año— aliviaría la presión sobre la actividad económica.
Aunque Casillas reconoció que la reforma al poder judicial tendrá efectos negativos en el largo plazo, afirmó que en el corto plazo el gasto electoral podría impulsar el PIB en hasta 0.3%. También resaltó que el comercio de Norteamérica sigue fuerte, y que una eventual renegociación del T-MEC fortalecería el fenómeno del nearshoring.
Con este contexto, Barclays sostiene que la combinación de estabilidad interna, baja de tasas, crecimiento en Estados Unidos y continuidad en la integración regional permitirá que México mantenga un desempeño moderadamente positivo en 2025, a pesar de los riesgos geopolíticos y económicos.