El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), presentó el emblema de Olinia, la nueva armadora nacional de mini vehículos eléctricos. El símbolo, una liebre alebrije, representa inteligencia práctica, adaptabilidad, eficiencia energética, libertad de movimiento y un vuelo hacia la innovación. En septiembre de 2025 se dará a conocer el diseño de los primeros modelos: un vehículo de transporte de pasajeros y uno de uso comercial.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó que Olinia es un proyecto de diseño y producción nacional, con la participación de más de 100 científicos y tecnólogos del IPN, TecNM, UNAM y centros públicos de la Secihti. El objetivo es tener las primeras unidades listas a mediados de 2026, con características adaptadas a las necesidades del país: eléctricos, no contaminantes, recargables en cualquier toma doméstica y con costos accesibles.
El coordinador del proyecto, Roberto Capuano Tripp, explicó que el modelo de pasajeros será una alternativa más cómoda y amplia al mototaxi, mientras que el de uso comercial servirá para repartos y pequeños negocios. Ambos serán ligeros pero potentes, con capacidad para subir pendientes y costos de operación inferiores a los de vehículos a gasolina o motocicletas.
El director del IPN, Arturo Reyes Sandoval, detalló que esta institución desarrolla el diseño exterior e interior, los sistemas embebidos, el cargador y el sistema de gestión integral de calidad, además de impartir, a partir del 18 de agosto, una especialidad en vehículos híbridos y eléctricos. Por su parte, el TecNM contribuirá al fortalecimiento de la independencia científica y tecnológica.
La titular de la Secihti, Rosaura Ruiz Gutiérrez, subrayó que Olinia y el Centro Nacional de Semiconductores Kutsari marcan una nueva etapa donde ciencia y humanidades se traducen en justicia social y la tecnología en soberanía. El proyecto Kutsari, con sedes en Puebla, Jalisco y Sonora, avanza en el diseño de chips para equipos médicos, con la meta de producir el primer chip comercial en 2027 y lograr la autosustentabilidad en 2030.