El proyecto de rescate del Centro Histórico de Veracruz ha permitido descubrir materiales arqueológicos que abarcan desde el siglo XVI hasta el XXI, aportando una nueva perspectiva sobre la vida cotidiana en el puerto. Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acompañan las obras de rehabilitación urbana en las avenidas 5 de Mayo e Independencia, donde se han hallado fragmentos de cerámica, vidrio, huesos, restos arquitectónicos y capas de antiguos pisos urbanos.
La arqueóloga Judith Hernández Aranda, responsable del proyecto, detalló que cada elemento recuperado es crucial para comprender hábitos de consumo, pautas comerciales y tecnologías constructivas a lo largo de los siglos. Los vestigios incluyen desde tiestos coloniales hasta estructuras relacionadas con la antigua muralla virreinal de Veracruz, como los muros de la Puerta de México y restos de una prisión militar, lo cual confirma la importancia estratégica de esta ciudad desde tiempos novohispanos.
Uno de los hallazgos más curiosos fue una capa de huesos bovinos intencionalmente fracturados y dispuestos como relleno, con fines constructivos y de absorción pluvial, práctica común en la época debido a la escasez de piedra en la región. Estos elementos fueron encontrados en niveles bajo el pavimento actual, lo que demuestra cómo la ciudad ha evolucionado por capas durante más de 500 años de historia continua.
Los materiales recuperados son resguardados y analizados en la Ceramoteca del Centro INAH Veracruz, donde se clasifican en bases de datos para su preservación. Además de su valor histórico, este salvamento arqueológico constituye una herramienta educativa y de conciencia patrimonial para los habitantes de Veracruz y los visitantes, al mostrar cómo incluso los fragmentos más pequeños de la historia pueden revelar grandes historias del pasado urbano.
Este proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Veracruz en colaboración con el INAH, refuerza el compromiso con la conservación del patrimonio arqueológico y cultural de México, y pone en valor los vestigios que, aunque dispersos o fragmentarios, configuran una narrativa integral del pasado veracruzano.