El incidente se dio al momento de que el Primer Ministro ingresaba al Congreso de La Haya, y al pasar por un filtro de seguridad, derramó accidentalmente un vaso de café.
Para sorpresa de las trabajadoras de limpieza, pidió le facilitarán un trapeador para limpiar el mismo el desastre. Incluso, se agachó para con un paño húmedo, limpiar los restos de café que habían quedado, acción que fue aplaudida por las mujeres que se encargan de mantener limpio el lugar.
El video que ha dado la vuelta al mundo, fue descrito por Dirk Janseen, como “Una escena inequívocadamente holandesa”, mientras que para otros, sólo ha sido un gesto estudiado por Rutte, para aumentar su popularidad.
Qué pasa si el primer ministro derrama su tasa de café?
Una escena inequívocamente holandesa: pic.twitter.com/6IlwsNAiCQ
— Dirk Janssen (@dirkjanjanssen) 5 de junio de 2018