_ En los últimos años varios países en el mundo y en nuestro país se han promovido el uso de esquemas de asociación público-privada (APP) para desarrollar, rehabilitar, mantener y operar diferentes tipos de infraestructuras, entre ellas, los servicios públicos.
Dicho lo anterior, ante la gran problemáticas que tienen los Gobiernos federales, estatales, municipales y el DF, que tienen que atender;
A¿Es necesario buscar ayuda del sector privado para solucionar los grandes problemas como prestación de servicios como agua y saneamiento ante la poca o nula capacidad y actuación de las autoridades?, A¿Está capacidad de estructurar alianzas público-privadas exitosas representa una ventaja competitiva para mejorar los niveles de vida de la población?
Lo cierto es que desde hace muchos años en el DF, se ha necesitado condiciones favorables para mejorar los sistemas de agua potable, alcantarillado y saneamiento.
La falta de Diagnósticos que identifiquen el problema ha sido constante gestión tras gestión.
Algunos académicos han señalado que la privatización de los servicios urbanos afecta, en primer lugar a los servicios domiciliarios como lo son agua potable y electricidad; debido a que crean un aumento de la fragmentación urbana y de las desigualdades socio-espaciales. Es decir afirman que los gobiernos olvidan sus objetivos políticos de integración y abastecimiento igualitario de las colonias, barrios, etc.
Podríamos pensar que la intervención de lo privado es, para subsanar los fracasos de las gestiones políticas, por su incapacidad para satisfacer las exigencias de abastecimiento en agua potable del conjunto de la población.
Si bien es necesario contar con Fondos, lo más importante es que los recursos se conviertan en mejoras tangibles para los ciudadanos y el medio ambiente; es necesario políticas definidas, con reglas claras, y proyectos viables, pero sobretodo rendición de cuentas, porque en los gobiernos locales; prevalece la opacidad como es el caso del DF y sus delegaciones.
En ese sentido, es importante implementar políticas de vivienda y de planeación urbana, indispensables para las políticas de universalización de los servicios.
Políticas que vayan de la mano con las de potabilización, distribución y saneamiento de recursos hidráulicos, de tal manera que permitan reducir la desconexión creciente entre las esferas políticas y sociales, lograr reducir la inaccesibilidad social al servicio en sus diferentes demarcaciones, en particular para los hogares pobres.
Es necesario ir más que dar mantenimiento a las instalaciones, es educar a la gente al uso racional del agua, su reuso y reciclaje del agua; es necesario que la ciudadanía no permita más violaciones de usos de suelo e implementación de excesivas construcciones de viviendas que desabastecen los servicios públicos a costa del enriquecimiento de las autoridades, como pasa actualmente por ejemplo en la delegación Gustavo A. Madero que han permitido y que son las mismas autoridades quienes expropian, compran y construyen como es el caso del Dip Hugo Lobo, representante de esta demarcación.
Otro negocio en el DF, como en Ecatepec ha significado el privilegiar el aprovechamiento de aguas, por parte de empresas de pipas, lo cual al carecer del servicio ineficiente del agua, genera mayor demanda en la solicitación de pipas de aguas, para las colonias, creando un negocio vicioso y perfecto entre empresas- Gobierno.
Por otra parte ante estas problemáticas, también existen casos de éxito, que consisten en orientar el uso de vertidores residuales, para su reutilización, bajo procesos de saneamiento y que permiten crear redes de abastecimiento a todas las zonas, incluyendo zonas populares.
Si con aportaciones municipales, si con recursos privados, pero con transparencia y rendición de cuentas eficaces.
Además de estos casos, es necesario fomentar obras para la canalización de aguas pluviales, crear los sistemas de reutilización y aprovechamiento en empresas, escuelas, conjuntos habitacionales, con el propósito de promover el uso eficiente del agua.
Es cuestión de implementar diagnósticos y prácticas de gestión que generen mejoras en los servicios, pero como siempre es cuestión de voluntad política y de transparencia. Benditos los que gozan de agua, y los capitalinos que sufriremos del servicio de agua en Semana Santa, Dios nos libre.
Roberto Plasencia Rodríguez.- Politólogo de profesión, Comunicador por convicción.
@Robertoplasenci
