_ Con el fuego como protagonista, elemento que representa la unión, el olor del copal, flores, danzas, limpias y velas que dieron un ambiente precuauhtémico a la velada de ayer en el Jardín Hidalgo, se llevó a cabo la despedida de la Ruta Aztlan-Tenochtitlan, que desde el pasado lunes arribó en Azcapotzalco, uno de los puntos contemplados en su recorrido.
Después de un ritual de saludo a los elementos de la naturaleza los integrantes de esta caravana compartieron su cosmovisión. Se rodeó una fogata que cumplió el objetivo de crear unidad entre los asistentes quienes escucharon a los abuelos del grupo, las personas más respetadas, quienes describieron los lugares sagrados como ríos, lagunas y cerros del Adrián (isla nayarita) y exaltaron el valor, así como el respeto a la madre tierra.