_ Un concierto equilibrado en cuanto a autores y tendencias, es lo que ofreció la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) en la primera sesión de Programa 3 de la actual temporada, celebrado el jueves por la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, ante el beneplácito del público.
El maestro brasileño Claudio Cohen, quien fungió como director huésped, puso su sello muy personal y característico al dirigir dos obras de compositores de su misma nacionalidad: Heitor Villa-Lobos y Claudio Santoro, considerados entre los más destacados que haya aportado Brasil al mundo de la música de concierto.
La sesión inició con Bachianas brasileiras nuIm. 9 (Preludio y fuga), de Heitor Villa-Lobos, parte final de una serie considerada por los especialistas como la más representativa del compositor. a€œEs la última de una serie de nueve, y Villa-Lobos las escribió para diferentes formaciones, pues las hay para sinfónica, dúo de fagot y flauta, orquesta de chelos y para orquesta de cuerdas, que es la últimaa€, comentó al final el director huésped.
Y agregó: a€œAquí lo más importante es captar la enorme influencia de Bach sobre las obras de esta etapa, pues Villa-Lobos utilizó la técnica de composición de Bach, como las fugas, los contrapuntos, y puso ahí la música tradicional brasileña. Pienso que por eso son obras muy atractivas y de una gran fuerza musicala€.
La segunda pieza del concierto fue Ponteio, del también brasileño Claudio Santoro, un multifacético artista de culto en su país, quien falleció en 1989, prácticamente con la batuta en la mano.
Claudio Cohen siente una especial atracción hacia la obra de este autor, a quien recuerda por sus amplias virtudes como artista, promotor cultural y por ser fundador de la Orquesta Sinfónica del Teatro Nacional Claudio Santoro que él dirige en la actualidad.
Ponteio (un equivalente a lo que en español es la técnica de punteo) es una composición de su fase nacionalista, por lo que se escuchan ritmos brasileños muy interesantes para las audiencias de todas las edades, comentó.
En un estilo un tanto diferente, vino luego la Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis, del inglés Ralph Vaughan Williams, quien debido a su admiración al compositor del siglo XVI, Thomas Tallis, recreó su obra en 1910. Se trata a€“dijo Claudio Cohena€”de una obra típicamente inglesa que se escribió para una catedral y que la OCBA ha interpretado a la perfección.
La parte final del concierto estuvo a cargo de la Sinfonía para cuerdas nuIm. 9, de Felix Mendelssohn, un compositor que, aseguró Cohen, también admiraba a Bach. Aunque es una música muy romántica, tiene muchas características de la etapa barroca, como muchas ideas de las Bachianas brasileiras, consideró el director.
Siento que ha sido un gran concierto, muy equilibrado e ilustrativo. Ha sido una gran experiencia esta primera sesión, porque creo que la OCBA es una orquesta que está en su mejor momento y toca muy bien en conjunto; resulta una gran orquesta y por eso es que me gusta estar en México, trabajando al lado de grandes músicos.
Claudio Cohen dijo que es la quinta vez que está en México, un país donde el público se caracteriza por ser muy exigente, conocedor, pero también cálido, expresivo y emocionante.
El programa se repetirá el próximo domingo 23 de octubre a las 12:00 en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música (Av. Presidente Mazaryk No. 582, Polanco) con entrada libre.
