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Miércoles 24 de abril de 2024

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El país del dolor recuerda la deuda con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad

El país del dolor recuerda la deuda con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad

El país del dolor recuerda la deuda con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad

_ Desde una mirada reflexiva, el libro El país del dolor rescata la palabra de las víctimas de la violencia en México al tiempo que recuerda la deuda pendiente con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), expresaron durante la presentación de la obra el poeta y Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín; el también poeta Javier Sicilia, la activista Dolores González Saravia y los periodistas Blanche Petrich y Fabrizio Mejía Madrid.

A siete años de haber surgido la movilización de víctimas y ciudadanos solidarios, los presentadores se reunieron el miércoles 2 de mayo en la Casa Refugio Citlaltépetl para hablar sobre el libro de Jesús Suaste Cherizola, quien documentó la historia de la resistencia civil que encabezó Javier Sicilia a raíz del asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia Ortega.

“Se trata de un libro excepcional en la vida pública. Estos movimientos sociales pocas veces son de manera tan inmediata objeto de reflexión profunda. Tiene una dimensión histórica, que plantea una cronología de los acontecimientos y es una aportación crítica al movimiento”, consideró Vázquez Martín, quien participó en las caravanas organizadas por el MPJD.

Respaldado en la memoria del movimiento, el Secretario de Cultura comentó que la obra publicada por Ediciones Proceso no es una simple defensa de la movilización social que irrumpió en la vida pública en marzo de 2011 para dar una visibilidad nacional a las víctimas de la violencia: “Es un libro que se escribe desde un nivel de la militancia y participación, pero con una visión de pensador social. Esa aportación es esencial para entender, como lo titula Jesús Suaste, El país del dolor. No es una apología del movimiento, aunque es un retrato del mismo y es difícil retratar este movimiento sin ponerse del lado del dolor y de las víctimas”, indicó.

El coautor del libro El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (Ediciones Era, 2016) expuso que la obra de Suaste Cherizola analiza la agenda que alcanzó el MPJD, desde la solarización de las víctimas; su relación con otras organizaciones de la sociedad civil, como el EZLN; su visibilización por medio de las caravanas al norte y sur del país y en Estados Unidos; los debates, consensos y desacuerdos, y el diálogo con el gobierno en el Castillo de Chapultepec.

“De alguna manera desnuda lo complejo de la situación que se atraviesa, pero que tampoco puede poner fin a esa emergencia y a ese horror. Lo dice Jesús, coincido con él, que había cierta crítica al movimiento, sobre todo en los primeros años, que me parecía injusta, pedirles a las víctimas que salvaran al país”, señaló. A la distancia, abundó, el país sigue siendo víctima de la violencia. “La muerte continuó, la convivencia del crimen y el Estado se desarrolló; otra piel más dura se le ha puesto a la sociedad mexicana para ir normalizando los dolores. Jesús al final habla de una situación que yo no la había visto así, de incluso una especie de retroceso al multiplicarse las organizaciones de víctimas, pero desde un dolor tan grande y de un abandono del Estado”.

Por ello, dijo que El país del dolor es una crónica ensayística que sirve para repensar la deuda con las víctimas de la violencia, quienes están haciendo tareas que el Estado dejó de cumplir, “como lo hicieron el propio Javier y el rector de la Universidad Autónoma de Morelos en Tetelcingo, metiendo las manos para buscar los cuerpos, contra lo que Javier llama la basurización de la vida humana”.

Seguimos cosechado muertos: Javier Sicilia

El desbordamiento y desgarramiento del tejido social también fue comentado por el poeta Javier Sicilia, quien expresó que se reunirán con los familiares de las víctimas de la violencia el 8 de mayo para abordar y fijar sus opiniones con respecto a esta problemática que sigue cobrando la vida sobre todo de los jóvenes, como el caso reciente de los estudiantes de cine en Guadalajara.

“La ley es el estado de excepción, por desgracia. Estamos frente a una cosa muy espantosa y terrible. Algo inédito se está generando en este país, lo voy a decir con todas sus palabras: el orden del totalitarismo. Es otra forma y otro paradigma del totalitarismo que conocemos como ideológico, porque está sustentado en la economía”, planteó el autor de El deshabitado, novela que responde a su tragedia personal.

El país del dolor, dijo, invita a una reflexión y a revisar una agenda pendiente, porque todo lo que está narrado en el libro continúa, “seguimos cosechando muertos”, e indicó que al iniciar el movimiento había 40 mil muertos y 10 mil desaparecidos, pero hoy las cifras no son aritméticas, sino exponenciales.

“Cuando dicen que hay 32 mil desaparecidos no es cierto. Hay que ver el último recuento que hizo Data Cívica con cerca de 70 u 80 mil, y cada vez que las víctimas encuentran una fosa y la abrimos, la situación se vuelve espeluznante; estamos hablando de crímenes de lesa humanidad”, expresó Javier Sicilia.

Ante esta ola de violencia que ha dejado en la orfandad al país y a miles de víctimas ─resumida en la fotografía de la portada del libro que capturó en Durango el fotoperiodista de la revista Proceso Germán Canseco─, el poeta habló del significado de la palabra, parafraseando a Octavio Paz, al señalar que “somos seres de palabras”.

“Lo que hace la poesía es devolver la profundidad al sentido. La violencia que vivimos es una crisis de significados: por un lado, ya no sabemos qué significan las palabras, qué sentido tienen, han perdido su prestigio, se les ha encerrado, domesticado, como todo en esta sociedad”, agregó.

En su momento, la periodista de La Jornada e integrante del Consejo Consultivo Ciudadano de la Casa Refugio Citlaltépetl, Blanche Petrich, comentó que la semana pasada durante una protesta en Mérida, Yucatán, un joven enunció que las palabras ya no sirven, pero el libro del filósofo y sociólogo Jesús Suaste deja en claro el derecho que se tiene a la palabra.

Para la fundadora de la organización Serapaz, Dolores González Saravia, El país del dolor permite revisar los aprendizajes que se tuvieron con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad a la vez que ofrece una mirada crítica para analizar y reflexionar sobre lo que está sucediendo en este momento en el país. “Leer el libro a mí me permite cuestionarme, revisar algunas de las cosas que estamos planteando actualmente; por ejemplo, el movimiento por nuestros desaparecidos en México, que tiene una raíz fuerte en el propio Movimiento por la Paz. Estamos viviendo uno de los años más violentos”, expuso.

En opinión del columnista de la revista Proceso Fabrizio Mejía Madrid, el libro retrata a ese país nómada que se visibilizó con la caravana de víctimas que reclamaba contar la historia de sus muertos y desaparecidos, que como el propio Jesús Suaste Cherizola deja en claro al darles rostro y nombre.

“La pregunta que me hice durante toda la lectura de El país del dolor es ¿qué nos ha ocurrido cuando el anuncio de una fosa clandestina no nos cimbra? Ninguna religión contribuye más a justificar la sangre derramada como esa idea de que los hombres son mortales, pero no la humanidad. Ese fue, balbuceado, el origen de humo de la famosa guerra contra el crimen organizado en la marcha contra la inseguridad en el 2004”, señaló Mejía Madrid.

En entrevista, Jesús Suaste Cherizola dijo que espera que el libro sea oportuno y sirva para documentar y volver a poner en el debate las aportaciones de esa movilización que caminó por 50 ciudades exigiendo paz, así como revalorar lo que pasó durante aquellos días y que después quedó un poco en el olvido.

“Por primera vez las demandas propuestas ante el problema de violencia que intentó difundir el movimiento están comenzando a ser aceptadas por una mayor parte de la sociedad y el tema de una amnistía está empezando a circular en las campañas políticas”, añadió el escritor.

Luego de agradecer los comentarios de Eduardo Vázquez Martín, Javier Sicilia, Dolores González Saravia, Blanche Petrich y Fabrizio Mejía Madrid y a Casa Refugio Citlaltépetl por abrir sus puertas para la presentación, indicó que tras el libro existe una tragedia humanitaria que marca una época en la vida de la sociedad en México.

“Creíamos que estábamos transitando a la democracia y un mal día nos encontramos afuera de las procuradurías, en las fosas clandestinas y ya no estábamos debatiendo los grandes proyectos nacionales de izquierdas y derechas, sino escuchando a padres, hermanos y familiares buscando a sus hijos y pidiendo justicia”, explicó.

Al término de la presentación del libro, Suaste Cherizola comentó que el título de la obra fue una sugerencia de la editorial y al buscar alguna referencia sobre el mismo se encontró con el poema “Las ruinas de México”, de José Emilio Pacheco, que tiene una capacidad anticipativa de la actualidad.

“El país el dolor, la capital del sufrimiento, el centro desecho, el núcleo del desastre interminable / Jamás aprenderemos a vivir en la epopeya del estrago / Nunca será posible aceptar lo ocurrido, hacer un pacto con el sismo, decir: lo que pasó pasó y es mejor olvidarlo; pudo haber sido peor, después de todo no son tantos muertos / Pero nadie se traga estas cuentas alegres / Nadie cree en el olvido / Estaremos de luto para siempre”.


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