_
La diputada de Morena, Flor Ivone Morales Miranda, exhortó a las autoridades capitalinas, a otorgar un permiso a los comuneros de San Salvador Cuauhtenco, delegación Milpa Alta, para el retiro de 12 mil 849 árboles, que fueron derribados por fuertes vientos en el mes de marzo del presente año, lo que constituye un área afectada de 31 mil metros cúbicos en más de 15 parajes de la población.
En conferencia de prensa con ejidatarios y autoridades de Bienes Comunales del pueblo en mención, la legisladora informó sobre el riesgo que representa la presencia de madera en el bosque, pues impide el crecimiento de los árboles pequeños que quedaron debajo, además de que se tiene evidencia del gusano descortezador que puede afectar la biodiversidad del ecosistema.
En su momento, el representante de Bienes Comunales de San Salvador Cuauhtenco, Edilberto Ramírez, alertó sobre el incendio que puede provocar la madera durante la época de sequía que se aproxima, lo que significaría un daño mayor para las personas y la zona boscosa de la ciudad que alberga diversas especies de flora y fauna.
Recordó que este fenómeno ya aconteció en el año 2010, cuando los vientos provocaron la caída de más de 20 mil árboles, como las autoridades no otorgaron el permiso para retirar la madera en tiempo y forma, a principios de 2011 un incendio terminó con la flora y fauna del lugar.
Ante la preocupación de que este acontecimiento se repita, la asambleísta de Morena en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, demandó a las autoridades competentes, poner especial atención en los bosques que son los pulmones de nuestra ciudad, y permitir el levantamiento de la madera, para su aprovechamiento y posterior restauración del área.
Los comuneros precisaron que tienen tres proyectos: para levantar la madera, la estrategia que se empleará para el retiro de esos árboles plagados, y otro más para la restauración del bosque, pues manifestaron la necesidad de reforestar el lugar, ya que éste se caracteriza por hospedar a ejemplares con más de 500 años de antigüedad, lo que los hace susceptibles a los fenómenos meteorológicos.
Concluyeron que de no otorgarse el permiso, las autoridades pueden ser culpables de un ecocidio como el ocurrido en 2011, por lo que pidieron, se les permita el retiro de la madera, la restauración del bosque y trabajar conforme a la ley.
