_ En el Laboratorio de Ciencias Agrogenómicas de la ENES León se indaga la relación molecular entre plantas de cultivo y parásitos que las infectan y devastan
Han identificado y aislado el gen R3A, que hace resistente a la planta de tabaco, y pretenden aplicarlo a plagas de chile, jitomate, papa, aguacate, pepino y calabaza
Un grupo de parásitos llamados oomicetos, que durante años se consideraron hongos y son más cercanos a las algas cafés, infectan y destruyen los cultivos de chile, papa, jitomate, aguacate, calabaza, pepino y berenjena en nuestro país.
Estudiosos, académicos y alumnos encabezados por Julio Vega Arreguín, titular de la licenciatura y el Laboratorio de Ciencias Agrogenómicas de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) unidad León de la UNAM, procuran entender el mecanismo molecular que, a nivel de genes, relaciona a plantas de cultivo y sus patógenos para poder combatirlos.
Han identificado y aislado el gen R3A, que hace a las plantas de tabaco resistentes a un tipo de oomiceto, Phytophthora capsici, que ha destruido cultivos completos de chile, jitomate, calabaza y berenjena, especialmente en México, Estados Unidos y España. a€œAquí ha producido grandes daños en Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, Sinaloa y Querétaroa€, dijo Vega.
Otro oomiceto, Phytophthora infestans, fue el causante de la llamada a€œhambruna de la papaa€, ocurrida en Irlanda en 1847. Provocó la carencia de ese alimento, situación que derivó en la muerte de un millón de irlandeses y la migración de un millón y medio a Estados Unidos, pues también la economía del país europeo dependía de ese cultivo.
Actualmente afecta a sembradíos de papa y jitomate en México, de ahí la importancia de estudiar sus mecanismos de infección para encontrar soluciones basadas en las ciencias agrogenómicas.
Hacia una vacuna sustentable
Al combinar las ciencias agrícolas y la genómica, los investigadores de la ENES León analizan el funcionamiento de los genes y su lenguaje para explorar las relaciones de las plantas con diversos parásitos y con microorganismos benéficos, como los que participan en la fijación del nitrógeno.
También buscan soluciones biológicas sustentables para dar tratamiento a plagas de cultivos fundamentales, con soluciones sustentables, como una vacuna biológica, no química.
Conocer los genes relevantes permitirá a los científicos trasladar el mecanismo de resistencia de algunas plantas a otras de interés agrícola, que son susceptibles a parásitos y pueden ser devastadas. a€œSe calcula que aproximadamente el 15 por ciento de la producción mundial de alimentos se pierde a causa de patógenosa€, resaltó Vega Arreguín.
Otro patógeno que se investiga a nivel agrogenómico es Phytophthora cinnamomi, que impacta en el aguacate (uno de los cultivos más importantes de exportación), que se produce principalmente en Michoacán.
a€œCon el uso del sistema planta-oomiceto hemos desarrollado una estrategia de silenciamiento de genes del patógeno a través de la planta hospedera. Esta tecnología la usamos para acelerar el descubrimiento y análisis funcional de genes efectores, fundamentales para establecer la interacción entre el patógeno y la plantaa€, finalizó Vega Arreguín.
