_ El público podrá admirar la obra de más de 25 creadores mexicanos y holandeses, cuya producción se realiza fuera del campo tradicional del arte, a partir del 10 de diciembre
En colaboración con las organizaciones No limits! Art Castle, de Ámsterdam; La pureza del arte, de Michoacán; Archivo Memoria Trans y la Embajada del Reino de los Países Bajos, la Galería José María Velasco presenta la muestra colectiva Ahora estamos aquí.
Organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), la exposición está integrada por obra de más de 25 artistas mexicanos y holandeses, cuyos procesos artísticos se realizan fuera del campo tradicional del arte.
Esta muestra tiene el objetivo de visibilizar el lugar que artistas outsider —en este caso trans, queer y neurodiversos— tienen en la cultura contemporánea, brindarles herramientas para crear y abrir el camino a estas manifestaciones dentro de las instituciones.
El arte outsider o marginal es un concepto acuñado por Roger Cardinal en 1972, como un acercamiento al término art brut creado por Jean Dubuffet para referirse a los artistas que no han tenido una formación académica. En años recientes esta noción se ha ampliado y es utilizada para referirse a creadores neurodiversos, personas que viven en situación de calle, depresivas o cuyo pensamiento está fuera del sistema.
En conferencia de prensa, el curador holandés Jan Hoek dijo que la muestra expone una diversidad de propuestas que hablan de la generación trans, del movimiento queer y de todo tipo de posibilidades imaginables; además de abordar lo que es el arte y el trabajo de los artistas considerados marginales.
“Nuestro arte no es tradicional: es marginal, cualquier nombre le queda bien, incluso se le conoce en Holanda como arte bruto, pero lo cierto es que este tipo de arte va teniendo su propia identidad en los museos, galerías y revistas; lo crean gente en situación de calle o personas con síndrome de Down”, explicó.
El curador mexicano, César González Aguirre señaló que la colectiva tiene varios objetivos. Uno de ellos es mostrar que la sociedad está compuesta por distintas propuestas de cuerpos, identidades y mentes, esto quiere decir que actualmente tenemos que asumir que la idea de normalidad abre una gran interrogante para la humanidad. Más bien somos una diversidad de personas que conviven y aceptan que lo diferente es lo que nos hace cercanos.
Agregó que una serie interesante de la exposición es la que lleva el nombre de La pureza del arte, dedicada a personas que viven en contextos adversos al arte, como la gente que no tiene una economía sustentable para poder dedicarse a la creación, o que debido a determinadas condiciones mentales no puede mantener una autonomía para valerse por sí misma.
Un caso aparte es el de Maximiliano Navarrete, artista mexicano queer o no binario que se ha ganado un espacio particular dentro de la escena artística mexicana porque ha vivido con distintas complejidades marcadas por la violencia y por su condición psíquica o psicológica que lo ha colocado, o descolocado, dentro de un contexto ambiguo socialmente.
El tiempo presente, añadió, es diverso y heterogéneo, por lo que tenemos que colocar nuestro granito de arena para que esto se vuelva más emocionante y digno para la gente no binaria.
Alfredo Matus, director de la GJMV, dijo que una de las vocaciones de la galería es apoyar a los artistas que están emergiendo. Los espacios públicos también tienen que hablar de diversidad y no solamente de lo normal, lo instituido y lo que está legitimado.
La exposición Ahora estamos aquí se compone de obras realizada por artistas outsider y se divide en tres capítulos y un satélite, a cargo de colectivos procedentes de Ámsterdam, Ciudad de México y Michoacán.
El primer capítulo es Ropa hechizada, una labor colaborativa para recordar a mujeres trans y personas sexodiversas que fallecieron a causa del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) entre la década de los ochenta y la actualidad en México. Esta sección fue curada por César González Aguirre, fundador del Archivo Memoria Trans México y participan Terry Holiday, María Ponce, Emma Yesica Duvali, Brandi Basurto y Samuel Nicolle.
Se necesitan dos para bailar es el segundo capítulo y se integra por dos duetos creativos en el cual participan artistas con y sin síndrome de Down. Los duetos integrados por Bruin Parry, Jan Hoek, Alex Naber y ChelseaBoy plantean una reflexión acerca de la autorrepresentación y las fantasías identitarias, donde artistas neurodiversos de los Países Bajos exploran sus cuerpos, apariencias y universos mediáticos.
El último capítulo —Estoy aquí— fue curado por la historiadora del arte Erandi Ávalos y es una aproximación al panorama creativo de la ciudad de Michoacán y sus alrededores a través de nueve artistas que colaboran con la iniciativa social La pureza del arte.
Este proyecto, fundado por la escritora holandesa Lia Bijnsdorp y la museóloga Pauline Schreurs en 2017, colabora con artistas que pueden asociarse al género artístico de lo outsider. A la fecha representa a 25 creadores mexicanos neurodivergentes, autodidactas y queer.
El satélite Umbral explora el imaginario místico en torno a lo doméstico del artista Maximiliano Navarrete, quien creció en cinco lugares que marcaron su vida: La Paz, Baja California Sur; Hermosillo, Sonora; El Fuerte, Sinaloa; Nueva Italia, Michoacán y Guerrero.
Su trabajo artístico está marcado por el aislamiento emocional que vivió en diversos momentos de su infancia y por el desarrollo de una sexualidad que en su juventud ha transcurrido del anhelo al apego.
La muestra estará hasta el 29 de enero de 2023 en la Galería José María Velasco (Peralvillo 55, colonia Morelos), en un horario de 10:00 a 18:00 horas. La entrada es gratuita.