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Una dieta alta en antioxidantes fortalece el sistema inmunológico de las personas mayores de 60 años, especialmente las que viven solas y además padecen una enfermedad crónico-degenerativa, pues constituyen el principal grupo en riesgo ante el contagio de COVID-19, afirmó Margarita Maass Moreno, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
Ese grupo de la población debe consumir todos los grupos alimenticios, e incrementar la ingesta de aquellos con altos niveles de antioxidantes, como ajo y jengibre, ello sumado a las disposiciones como quedarse en casa y lavarse las manos constantemente, agregó la especialista.
Para contribuir a tener un sistema inmune fortalecido, la también integrante del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV) hizo las siguientes recomendaciones:
“No deben excluir ningún macroalimento (proteínas, grasas e hidratos de carbono) o micronutrimento (minerales esenciales como calcio, fosforo, magnesio y potasio). Es necesario incrementar el consumo de ajo por ser un antibiótico natural, y añadirle a la comida cebolla, perejil, cúrcuma y jengibre, por contener altos niveles de antioxidantes y contribuir a mantener un sistema inmunitario sano”.
También deben consumir frutas y verduras, que aportan minerales y vitaminas, y beber muchos líquidos para evitar la deshidratación.
Maass Moreno subrayó que el estrés debido al confinamiento domiciliario es otro factor que podría afectar a los adultos mayores y debilitar su sistema inmunológico, por lo que es conveniente buscar actividades que distraigan a toda la familia, como la lectura, juegos de mesa o ver películas.
La investigadora resaltó también la importancia de practicar ejercicio para evitar que se atrofien los músculos, practicar alguna actividad lúdica en casa, limpiar con frecuencia todas las superficies, contar con el número telefónico de algún médico de confianza, sin importar la especialidad, y tener un termómetro a la mano.
Explicó que en México existen casi 13 millones de adultos mayores, y en la ciudad capital la cifra es de un millón 300 mil; esta población requiere atención, en particular durante la pandemia, pues una parte importante presenta afecciones que debilitan su sistema inmunológico e impactan en su salud física y emocional, además de su estabilidad social y económica, dijo.
“Es necesario generar redes de apoyo para este sector, sumarnos como voluntarios para estar al pendiente y acercarnos, en especial con los que viven solos. Estas acciones no sólo fortalecerán a este segmento, sino también a las familias y a las comunidades”, señaló.