Una red de proxenetas fue arrestada por encerrar a 49 mujeres, 23 de ellas venezolanas eran explotadas sexualmente en sótanos de locales que parecían discotecas pero que en realidad eran burdeles.
Los proxenetas, en busca y captura según fuentes de la Fiscalía de Colombia, engañaron a las víctimas con falsas ofertas de empleo y dinero. Las mujeres se encontraban en los bajos de tres comercios donde eran obligadas a ofrecer servicios sexuales y trabajar jornadas extenuantes.
Mario Gómez, fiscal especializado en violencia contra niños y niñas, explicó que estas redes se aprovechan de la situación de crisis que viven en su país para captarlas. “Todas están siendo atendidas por servicios médicos y psicosociales. Las víctimas de Venezuela reciben, además, asistencia de las autoridades migratorias”, dijo.
La red se quedaba con el dinero que obtenían alegando que era el cobro por la manutención y el alojamiento.
La Fiscalía ha recordado que el delito de trata de personas se sanciona con prisión de hasta 23 años según el Código Penal colombiano.