La cronista Ángeles González Gamio trazó el perfil humano de su abuelo, descubridor hace un siglo de los primeros vestigios del Templo Mayor
Manuel Gamio fue fundador de los estudios formales en antropología en México
Manuel Gamio (1883-1960), sin duda un hombre visionario en más de un sentido, descubrió su vocación de arqueólogo y antropólogo a lo largo de tres años en los que intentó rescatar el rancho hulero que su padre, don Gabriel, había adquirido en la Huasteca veracruzana, porque fue ahí donde se conectó con el pasado prehispánico y las difíciles condiciones de las poblaciones locales
Su nieta, la cronista Ángeles González Gamio, trazó el perfil humano de su abuelo durante una conferencia dictada en el Museo del Templo Mayor, como parte de la exposición temporal que presenta el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en la que se compendian 100 años de investigaciones arqueológicas en el sitio, las cuales comenzaron tras el hallazgo de los primeros vestigios del Huey Teocalli de los mexicas, por parte de Manuel Gamio.
Recordó que, siendo pequeña, su abuelo gustaba de contarle las aventuras que una niña llamada a€œPerlitaa€ vivía en la selva, entre ruinas de antiguas culturas.
Pasados los años, descubrió que se trataban de las andanzas de su propio abuelo y ella decidió descubrir al personaje, producto de esas investigaciones es el libro: Manuel Gamio. Una lucha sin final, que ya va por su tercera edición.
Ángeles González Gamio fue relatando los aportes de don Manuel a la arqueología del país y a la comprensión de fenómenos tan vigentes como la migración de connacionales a Estados Unidos.
La vigencia del pensamiento de Manuel Gamio es a€”desde las diversas disciplinas que ejercióa€” a€œabsolutaa€, comentó la cronista; pero este camino no fue sencillo. El joven Manuel se vio en la encrucijada de asumir los deberes familiares (ante malas inversiones hechas por su padre) y ejercer una carrera, Ingeniería, para la cual carecía de interés.
Ante ese dilema, se trasladó a Veracruz para rescatar y hacer productivo el rancho hulero que su padre Gabriel había adquirido; ahí definió su vocación a tal grado que aprendió náhuatl, lengua con la que se comunicaba con los pobladores del lugar.
a€œA los tres años de su estancia en Veracruz le dio paludismo y debió regresar a la Ciudad de México, pero ya estaba definida su vocación, de suerte que ingresó al Museo Nacional, ubicado en la calle de Moneda, donde personalidades como Jesús Galindo y Villa impartían cursos de arqueologíaa€, explicó Ángeles González Gamio.
El alumno Manuel Gamio sobresalió de inmediato y llamó la atención de los profesores, entre ellos la antropóloga Zelia Nutall, por lo que fue invitado para estudiar becado en la Universidad de Columbia, en Nueva York. A su regreso, Manuel Gamio se convertiría en el fundador de los estudios formales en antropología en México
De esta manera, llevó a cabo las primeras excavaciones estratigráficas en el país, concretamente en Azcapotzalco; en 1913 descubrió e identificó algunos restos del Templo Mayor.
Para finalizar su conferencia, que tuvo lugar en el Auditorio Eduardo Matos Moctezuma, Ángeles González Gamio recordó un par de libros escritos por su abuelo, cuyos títulos en sí definen la a€œvisión avanzadaa€ de un hombre sin parangón: Forjando patria y Hacia un México nuevo, obras que, consideró, deberían ser de consulta obligada para cualquier mexicano.