El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, explicó que la imposición unilateral de aranceles al acero y al aluminio mexicanos, anunciada por el presidente estadounidense Donald Trump, resultaría contraproducente. México importa más acero de Estados Unidos de lo que exporta, por lo cual no existe un déficit que amerite dicha medida. Además, la industria automotriz y muchas otras cadenas productivas se encuentran altamente integradas, de modo que elevar los costos con aranceles afectaría a ambas naciones.
Ebrard recalcó que, pese a la proclamación de la medida, esta entraría en vigor hasta el 12 de marzo, ofreciendo un margen de diálogo. Con el aval de la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario sostuvo que se presentarán los argumentos técnicos y económicos al gobierno de Trump, de modo que se proteja la integración comercial y se evite dañar la competitividad de América del Norte. Se proyecta que la negociación inicie de forma oficial cuando el Congreso de EE.UU. ratifique a los nuevos funcionarios de comercio. En caso de no prosperar el acuerdo, México evaluará las rutas legales y diplomáticas para defender sus intereses y los de la región.